En un relato que mezcla tragedia y resiliencia, la escritora francesa de origen argentino, Laura Alcoba, nos sumerge en la historia de Griselda, una madre argentina exiliada en París, que ahogó a sus dos hijos menores mientras la mayor estaba en el colegio.
La París de 1984 fue testigo de este oscuro episodio dentro de la comunidad de exiliados argentinos. Griselda y su esposo, Claudio, vivían en la conserjería de un liceo, tratando de reconstruir sus vidas tras huir de la dictadura en su país natal.
La trama, revelada en el libro «A través del bosque», se enreda con el pasado de la autora, conocida por su «Trilogía de La casa de los Conejos», que explora su infancia marcada por el exilio y la detención de su padre.
En 2018, Flavia, la hija sobreviviente, busca a Alcoba y le pide que escriba el libro. La narrativa se convierte en un relato imposible entre madre e hija, explorando el horror de ese día y la extraordinaria capacidad de reconstrucción.
El encuentro con Flavia fue crucial para Alcoba, quien describe a una persona solar y luminosa. Flavia, buscando la verdad, le pide a la autora que hable con su madre. La escritora siente un deber hacia ellas y encuentra la fuerza para abordar la historia.
El libro es un viaje hacia lo impensable, una exploración de cómo vivir con la oscuridad absoluta. A pesar del horror, se destaca la fortaleza de la infancia y cómo Flavia, a pesar del abismo, logra construirse.
La historia también destaca el papel esencial de Colette, la profesora de Flavia, quien, al intervenir ese fatídico día, altera la lógica de la tragedia y permite un después.
La pintura en el rostro de Griselda antes del trágico evento simboliza una máscara, una forma de protección ante lo inminente. Alcoba interpreta su quebrantamiento como una consecuencia de los golpes acumulados y una fractura inevitable.
Las imágenes que Flavia recuerda, desde la tortuga bajo las mantas hasta la mujer uniformada en el coche de policía, son fragmentos de un relato infantil condensado con una fuerza conmovedora.
A través del libro, se revela cómo la verdad fue envuelta en un cuento para proteger a la niña, mostrando la imposibilidad de mentir a los niños y la necesidad de construir relatos que acerquen y, al mismo tiempo, protejan.
Flavia siempre supo la verdad, pero apreció el esfuerzo de envolverla en una historia. El libro, más que una narración de lo impensable, es un testimonio de la capacidad humana de sobrevivir y reconstruirse a pesar de la oscuridad.