“Gil fue víctima de un infarto en un club privado de automovilismo, localizado en Opa Locka, Florida. Socorrido de urgencia, fue trasladado a un hospital de la región, pero no resistió”, dice la nota divulgada por la CBA.
Hijo del ingeniero mecánico francés Luc de Ferran, nació en París y vivió desde los cuatro años en Brasil, país que adoptó y representó.
“Gil de Ferran brilló en las pistas brasileñas e internacionales”, alzándose con el título inglés de Fórmula 3, el bicampeonato de Indy (CART, actual Indy Cart Series) y la victoria en la Indy 500 de 2003, amplía la nota de la CBA .
Las despedidas en el mundo del automovilismo se multiplicaron tras la difusión de la noticia sobre la muerte del expiloto y continuaron este sábado.
El presidente y CEO de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, recordó a Ferran como “una persona increíble y un verdadero campeón, a quien todos extrañaremos”, indicó en una nota.
El expiloto era actualmente uno de los directores del equipo de McLaren, que lamentó su caída: “Estamos profundamente shockeados y tristes por la repentina e inmensa pérdida”, escribió en un comunicado en su sitio web la escudería, que destacó su aporte “fundamental” en sus equipos.
“Su legado continuará moldeando el futuro de nuestro equipo”, dijo Zak Brown, director ejecutivo de McLaren Racing.
El brasileño Tony Kanaan, también vencedor de las 500 millas de Indianápolis (2013), le dedicó un mensaje en redes sociales: “Campeón, amigo, rival, mentor dentro y fuera de las pistas. Sin palabras para describir esta. Descanse en paz mi amigo”.
Su compatriota, el piloto Felipe Massa describió a Ferran como “hermano” y “una leyenda del automovilismo mundial”, en un posteo en Instragram acompañado de una foto de los dos.
Entre muchos otros destacados del ambiente, el español Carlos Sainz lo despidió en sus redes y se dijo “desconsolado”.
