MIAMI.- Los enfrentamientos entre Miami Heat y Boston Celtics son un clásico reciente. Sus choques en playoffs han sido una constante en los últimos años, y anoche se volvió a ver la tensión existente entre ambos. Un partido extremadamente físico que fue testigo de las lesiones de Terry Rozier (aparentemente la más dura), Josh Richardson (se dislocó el hombro) y Kristaps Porzingis.
Aunque este último pudo regresar al parqué. Pero el verdadero encontronazo de la noche lo protagonizaron Jaylen Brown y Duncan Robinson después de un enganchón que se saldó con falta flagrante para el de los Celtics.
«Fue una jugada sucia, de las que pueden acabar con la temporada de un jugador», señaló el escolta de los Heat. El rifirrafe tuvo lugar ya en el último cuarto y, después de la decisión arbitral, ambos jugadores estuvieron cerca de encararse en lo que en principio parecía una conversación normal. «No sé qué trataba hacer [Robinson], pero te aseguro que no lo volverá a intentar», apuntó Brown en rueda de prensa.
