
El joven identificado como Sebastián, protagonista reciente de un incidente con el diputado de Santiago de los Caballeros, Bray Vargas, ofreció su primera declaración pública respecto al caso que ha generado atención en redes sociales y medios digitales. La aparición de Sebastián marca su intento de aclarar su postura y de detallar los motivos que lo llevaron a divulgar los vídeos que desencadenaron la polémica.
Durante una entrevista difundida la noche del viernes, el joven decidió romper el silencio y explicar su versión de los hechos, haciendo énfasis en las razones detrás de la publicación de los materiales. Sebastián aseguró que su intención original no fue perjudicar la imagen del legislador ni provocar un conflicto mediático, sino que el conflicto surgió por un desacuerdo económico derivado de un servicio que él prestó al diputado, por el cual afirma no haber recibido el pago completo.
“Nosotros quedamos en un acuerdo y después que yo cumplí con lo que habíamos hablado, él no quiso pagarme”, expresó el joven, señalando que intentó comunicarse en varias ocasiones antes de difundir los vídeos. La declaración refleja su deseo de aclarar que la divulgación no buscaba generar daño, sino obtener el cumplimiento de lo acordado.
Sebastián indicó que Vargas le adeudaba 1.500 dólares, luego de haber recibido un pago parcial en efectivo, con la promesa de que el resto sería transferido mediante una aplicación digital. Según su versión, el conflicto se intensificó cuando el diputado, al percatarse de que estaba siendo grabado, lo acusó de haber sustraído un reloj de marca, acusación que él negó de manera categórica.
“En ningún momento toqué nada de lo suyo”, subrayó, aclarando que su única intención era recibir la compensación económica previamente acordada. El joven explicó que conoció al legislador a través de una aplicación digital, y que el contacto se concretó después de una videollamada para verificar la identidad de Vargas. Durante ese encuentro surgió la diferencia sobre la modalidad de pago.

“Él quería enviarlo por cell, pero yo necesitaba efectivo”, relató Sebastián, detallando que su molestia aumentó cuando el diputado comenzó a tomarle fotografías sin autorización, lo que lo llevó a activar la cámara de su propio teléfono y registrar la interacción. Ante señalamientos de presunta extorsión, negó cualquier intención de chantaje o daño reputacional, insistiendo en que su único propósito era recibir el dinero acordado.
“Yo no quería extorsionarlo, solo quería que me pagara lo mío”, afirmó, visiblemente afectado, y reconoció que no previó la magnitud que alcanzaría la difusión de los vídeos. Agregó que se arrepiente de haberlos publicado y que el episodio ha cambiado su vida, ya que ha sido objeto de críticas públicas y su familia también ha sufrido las consecuencias.
Respecto a la posición del diputado, Bray Vargas ha declarado que fue víctima de extorsión, indicando que posee pruebas que respaldan su denuncia. Sebastián, por su parte, informó que presentó un reporte ante la Policía Nacional, alegando haber recibido mensajes intimidantes luego de la divulgación del material.
Al concluir la entrevista, expresó su disposición a que la justicia resuelva el conflicto, confiando en que las autoridades determinen la verdad del caso. “Así debe ser, que la justicia se encargue de resolverlo”, concluyó. El medio que difundió la conversación señaló que mantiene abierta la posibilidad de incluir la versión del diputado, para que ambas partes sean escuchadas y se respete el principio de transparencia informativa.