La violencia parece estar convirtiéndose en la lamentable norma para resolver diferencias en nuestra sociedad dominicana. Los valores familiares, una vez arraigados, parecen desvanecerse, y es cada vez más común presenciar agresiones que culminan en tragedias, a menudo por motivos triviales, es decir por cualquier tontería.
Un ejemplo reciente es el enfrentamiento reportado en el municipio de Consuelo, en San Pedro de Macorís, donde dos amigos terminaron en un incidente violento, resultando uno de ellos con la amputación de una mano, suceso que fue reportado el pasado martes.
Lamentablemente, apenas un día después, se registró otro altercado entre dos jóvenes en el barrio Puerto Rico del mismo municipio, de acuerdo a información obtenida.
En un video obtenido, se observa cómo ambos se agreden con armas blancas largas (machete), mientras una multitud intenta intervenir para evitar un desenlace fatal.
El desenlace de este último incidente aún es desconocido, pero es un recordatorio de la necesidad urgente de unirnos como comunidad para evitar más violencia.
Es crucial recordar que cualquier conflicto puede resolverse pacíficamente, sin recurrir a extremos violentos.
Hacemos un llamado a la calma y a buscar soluciones mediante el diálogo y la mediación. Es responsabilidad de todos promover la paz y construir una sociedad donde la violencia no tenga cabida. Esto no es solo una tarea de la Policía Nacional y demás autoridades.
