El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró haber hablado con el mandatario chino Xi Jinping sobre los aranceles impuestos a productos importados desde China, en el marco de una creciente disputa comercial entre las dos mayores economías del mundo. Las declaraciones fueron ofrecidas en una entrevista publicada este viernes por la revista TIME.
Según Trump, espera que ambas naciones puedan llegar a un acuerdo comercial en las próximas semanas, pese a que China ha negado que existan negociaciones en curso. “Hay un límite con el que se sentirán cómodos, pero no pueden permitir que ganen un billón de dólares con nosotros”, dijo el mandatario durante una entrevista realizada el martes.
La ofensiva arancelaria impulsada por Trump ha elevado los gravámenes hasta un 145 % en varios productos chinos. El expresidente ha defendido esta política como una respuesta a prácticas comerciales desleales y una forma de fortalecer la industria manufacturera estadounidense, aunque la medida ha generado turbulencias en los mercados y ha elevado el riesgo de una posible recesión global.
En la misma entrevista, Trump también se refirió a la guerra en Ucrania y afirmó que “Crimea permanecerá con Rusia”, en una declaración que intensifica la presión sobre el gobierno ucraniano para que acepte concesiones territoriales como vía para alcanzar un acuerdo de paz.
“Zelenskyy lo entiende, y todos comprenden que ha estado con ellos durante mucho tiempo”, afirmó Trump en referencia al presidente ucraniano, Volodímir Zelenskyy, a quien ha acusado en varias ocasiones de prolongar el conflicto por no querer negociar con el presidente ruso Vladímir Putin.
Crimea, una península estratégica en el mar Negro, fue anexada por Rusia en 2014 bajo el mandato de Barack Obama. Trump recordó que Moscú ha mantenido presencia militar en la zona durante años, y que su población “habla mayoritariamente ruso”. “Esto lo dio Obama. No lo dio Trump”, insistió.
Mientras tanto, los ataques rusos continúan. Este viernes, un dron impactó un edificio residencial en el sureste de Ucrania, dejando tres muertos y diez heridos, según informaron las autoridades locales. El incidente ocurrió un día después de que Trump criticara públicamente a Putin por un bombardeo letal en Kiev con misiles y drones.
