Brasilia, Brasil
Un hombre de raza negra al que guardias de seguridad mataron a golpes en un supermercado fue sepultado el sábado después de protestas similares al movimiento que exige justicia racial en Estados Unidos.
João Alberto Silveira Freitas, que tenía cuatro hijos, fue sepultado con una playera blanca en un ataúd envuelto con la bandera de su equipo favorito de fútbol en la ciudad de Porto Alegre.
“Sólo quiero justicia”, señaló su pareja, Milena Borges Alves, a un noticiario de la red Globo. “Eso es todo. Sólo quiero que paguen por lo que le hicieron”.
Borges aseguró que ambos tenían planeado casarse formalmente en unos días después de vivir juntos nueve años.
Los manifestantes furiosos por la muerte de Freitas pintaron el lema “Vidas negras importan” en el pavimento de la avenida Paulista, una de las más famosas en São Paulo, después de una serie de protestas en todo el país, muchas de ellas en filiales de la cadena de supermercados Carrefour.
Algunas protestas continuaron el sábado. La policía militar utilizó aerosol irritante para dispersar a los inconformes afuera de un supermercado en la ciudad nororiental de Recife.
La ira se desató tras la difusión de un video en que se ve a un guardia que sujeta a Freitas mientras otro lo golpea repetidamente en el rostro. Otro video mostró a un guardia hincado sobre la espalda de Freitas en el estacionamiento de la tienda en Porto Alegre.
El sábado, un movimiento político que había apoyado al presidente conservador Jair Bolsonaro difundió en Twitter un video al parecer de antes de la confrontación en la que se ve a los dos guardias sacando a Freitas de la tienda sin tocarlo cuando éste de súbito golpea a uno de ellos y después ambos lo sujetan.
Ambos guardias fueron detenidos y enfrentan posibles cargos de homicidio, según las autoridades policiales.
Alexander Bompard, director ejecutivo del grupo de supermercados Carrefour, con sede en Francia, tuiteó el viernes que las imágenes del video son “insoportables” y anunció que iría más allá de las medidas “insuficientes” adoptadas por la filial de la compañía en Brasil.
“Mis valores y los valores de Carrefour son incompatibles con el racismo y la violencia” aseguró.
Carrefour anunció antes que cancelaría su contrato con la compañía de seguridad y despediría al gerente en turno del establecimiento.
Bolsonaro no se refirió directamente al caso. Pero en un discurso por video ante la Cumbre del G-20 el sábado, negó que Brasil registre racismo y se quejó de un movimiento al que no identificó que pretende “dividir” a los brasileños.