
Los residentes del distrito municipal de Quita Sueño, ubicado al Este del municipio Bajos de Haina en la provincia San Cristóbal, vuelven a alzar la voz en un llamado desesperado al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Su petición, que data de décadas atrás, es la misma: el asfaltado de su avenida principal, una vía crucial que conecta con Santo Domingo Oeste, la autopista 6 de Noviembre y la carretera Sánchez.
Lejos de ser una simple demanda de infraestructura, se trata de una cuestión de dignidad, seguridad y desarrollo. Para los habitantes de Quita Sueño, esta carretera no solo representa una conexión vial; es también el hilo que une su comunidad con la vida económica y social de ese lugar.
“Estamos cansados de promesas. Cada gobierno que pasa nos dice que lo van a resolver, pero al final quedamos igual o peor”, dice con frustración Ana Batista, residente del sector hace más de 30 años. “Los hoyos ya no se pueden esquivar, el lodo nos arruina los zapatos y el polvo se nos mete hasta en la comida”.
Quienes transitan por esta vía deben lidiar con una combinación peligrosa de baches, charcos permanentes, lodo en tiempo de lluvias y nubes de polvo en días secos. Esta situación no solo afecta la movilidad, sino que ha deteriorado los vehículos de los residentes y transportistas que dependen del trayecto para trabajar o desplazarse.
UN IMPACTO MÁS ALLÁ DEL TRÁNSITO:
Los comerciantes locales también han sentido el impacto económico de la intransitabilidad. Muchos proveedores evitan la zona por temor a dañar sus vehículos, y los clientes se alejan debido a las condiciones hostiles de la vía.
“Yo tenía un colmado y lo cerré porque la gente ya no quería venir a comprar. Todo se llenaba de tierra. Hasta la salud de mis hijos se vio afectada”, cuenta Ramón Encarnación, excomerciante y ahora motoconchista.
Además de los daños materiales y económicos, los vecinos también expresan preocupación por la seguridad. La falta de mantenimiento ha provocado que ciertos tramos de la avenida sean intransitables en la noche, convirtiéndolos en puntos inseguros para peatones y conductores.
¿EVADIR PEAJES JUSTIFICA EL ABANDONO?
Una de las razones extraoficiales que se alega para no intervenir en la avenida es que algunos conductores usan esta vía como atajo para evitar el pago de peajes. Sin embargo, los residentes consideran que este argumento es insuficiente e injusto.
“Eso no tiene sentido. No pueden castigar a toda una comunidad porque otros evadan los peajes. Además, si estuviera en buenas condiciones, hasta el gobierno podría cobrar algún tipo de uso regular”, comenta indignado Pedro Mateo, transportista de la zona.
UN LLAMADO AL PRESIDENTE:
Frente al prolongado silencio de las autoridades competentes, los habitantes de Quita Sueño elevan su solicitud directamente al presidente de la República, Luis Abinader. Esperan que el mandatario escuche su clamor y disponga las acciones necesarias para rehabilitar la vía.
La comunidad insiste en que la solución no puede seguir postergándose. Consideran que el desarrollo integral del país debe incluir a todos los sectores, sin importar su tamaño o ubicación. Por ahora, la esperanza sigue viva, aunque marchita por el paso del tiempo y la falta de respuesta.
Mientras tanto, los habitantes de Quita Sueño continúan su vida entre baches, lodo y polvo, esperando que, esta vez sí, su voz sea escuchada.