La presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), la costarricense Nancy Hernández, alertó este martes que la región enfrenta un retroceso democrático y la presencia de dictaduras, ante lo que afirmó que el poder es “para servir y no para oprimir”.
“Nuestra región enfrenta retos como la pobreza, la desigualdad, la violencia, el cambio climático, el avance descontrolado de la inteligencia artificial, la crisis migratoria y el retroceso democrático que amenaza los avances de más de medio siglo”, dijo Hernández en un discurso durante un evento de conmemoración del 45 aniversario de la instalación de la CorteIDH.
La jueza subrayó que la CorteIDH ha sido un “agente de transformación profunda” en América con un “compromiso inquebrantable en defensa de la democracia”, y llama a proteger a quienes luchan por sus libertades y derechos en la región.
“Frente al retroceso democrático, no podemos guardar silencio ante las dictaduras ni ante el intento de acallar a quienes claman por la libertad y la democracia, especialmente cuando se busca silenciar la voluntad popular expresada en las urnas”, manifestó Hernández sin mencionar casos en específico.
La jueza agregó que es necesario “defender con firmeza a quienes luchan por estos valores y recordar que el poder conferido por el pueblo es para servir, no para oprimir”.
La historia de la CorteIDH
Hernández hizo un repaso por la historia de la CorteIDH y aseguró que en la actualidad es una de las instituciones más importantes de América y que goza de amplia legitimidad.
“Aquí la justicia ha encontrado su morada”, dijo la jueza, quien recordó que, a través de sus sentencias, la CorteIDH ha dado respuesta a problema medulares de la región, ha brindado reparación a las víctimas y ha sentado precedentes históricos.
Hernández puso como ejemplo que en la actualidad casi todos los Estados de la región prohíben la desaparición forzada de acuerdo con los estándares estipulados por la CorteIDH y que con sus sentencias y resoluciones ha permitido a los países abordar las causas estructurales de las violaciones para que no se repitan.
También recordó fallos como el de Barrios Altos contra Perú en el que la CorteIDH determinó que son inadmisibles las disposiciones de amnistía y prescripción que pretendan impedir la investigación y la sanción de los responsables de graves violaciones a los derechos humanos.
Hernández enfatizó en que la CorteIDH ha evolucionado y ha dado justicia ante violaciones a los derechos de pueblos indígenas, migrantes, privados de libertad, personas con discapacidad, niños, adultos mayores, personas LGBTI, entre otros.
El papel de la CorteIDH
La CorteIDH nace en 1969 con la firma de la Convención Americana de Derechos Humanos, pero fue hasta 1978 que la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos definió a Costa Rica como su sede, donde un año después el tribunal se instaló oficialmente con el costarricense Rodolfo Piza Escalante como su primer presidente.
En 1982 la CorteIDH emitió su primera opinión consultiva acerca de cuáles tratados pueden ser objeto de interpretación del alto tribunal y en 1988 emitió su primera sentencia en la que condenó a Honduras por la desaparición forzada de Ángel Manfredo Velásquez Rodríguez.
En el evento oficial de este martes, participaron altos funcionarios de los poderes del Estado de Costa Rica, embajadores, y exjueces del tribunal como Manuel Ventura, Elizabeth Odio y la chilena Cecilia Medina, quien en 2008 fue la primera mujer en presidir la CorteIDH.
El canciller de Costa Rica, Arnoldo André, hizo un llamado a los Estados para trabajar por el “fortalecimiento continuo” de la CorteIDH y destacó que “en medio de una época convulsa en la región, Costa Rica se convirtió en un faro de esperanza” para que el tribunal pudiera comenzar a operar.