El Gobierno de Polonia denunció este miércoles que 19 drones rusos violaron su espacio aéreo durante la madrugada, un hecho que el primer ministro Donald Tusk calificó como un “acto de agresión sin precedentes” y que, según afirmó, acerca a Europa a un escenario de conflicto abierto.
El operativo de defensa, que se extendió hasta primeras horas de la mañana, concluyó con el derribo de tres drones gracias a la acción conjunta de las fuerzas polacas y de la OTAN. “Polonia tiene un enemigo político más allá de su frontera oriental”, declaró Tusk en el Parlamento, subrayando que esta vez los aparatos no provinieron de Ucrania, sino de Bielorrusia.
El mandatario adelantó que invocará el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que establece consultas entre los países miembros cuando su seguridad o integridad territorial está en riesgo.
Daños y respuesta internacional
Las autoridades informaron que uno de los drones cayó sobre el techo de un edificio residencial en Wyryki, causando daños leves, aunque no se reportaron víctimas. Restos de otro aparato fueron localizados en la región de Lublin y están bajo análisis militar.
Tusk pidió a la población no manipular fragmentos de drones derribados hasta que sean inspeccionados por artificieros. También aseguró que mantiene contacto permanente con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y con los aliados europeos para coordinar una respuesta.
La Unión Europea respaldó a Varsovia. La alta representante de Exteriores, Kaja Kallas, afirmó que existen “indicios de que el ataque fue intencionado”. Países como España, Italia, Francia, Suecia y Noruega condenaron la incursión y expresaron su apoyo a Polonia.
Apoyo de la OTAN
La Alianza Atlántica confirmó que sus sistemas de defensa aérea participaron en la operación. Polonia recibió apoyo del Mando Aéreo Aliado (AIRCOM) y de la Koninklijke Luchtmacht de Países Bajos.
Aunque Rusia no ha respondido oficialmente, Bielorrusia argumentó que los drones desviados fueron consecuencia de interferencias electrónicas en la región.
El primer ministro polaco fue tajante: “La situación es grave. Hoy nadie puede dudar de que debemos estar preparados para todos los escenarios”.
