Los ecuatorianos incluyen la guata y el arroz con garbanzos, los mexicanos sus tamales, los dominicanos el pastelón de plátano amarillo, los puertorriqueños arroz con guandules y pernil, algunos venezolanos se adelantan a las hallacas…Y así, cada familia hispana reinterpreta la tradicional cena del pavo, a su manera, con sus ingredientes, con sus platos, que casi siempre estarán también en las mesas de Navidad y Año Nuevo.
Es que la celebración de Acción de Gracias para más de 2,3 millones de latinos en la ciudad de Nueva York, “sabe diferente”. Y no necesariamente incluye el ave principal, que es la columna vertebral y el símbolo del agradecimiento de la festividad estadounidense.
Por ejemplo, la florista mexicana Bertha Mejías, con 17 años viviendo en el Alto Manhattan, ya está preparada para recibir en casa a su familia.
“Casi nunca hemos incluido el pavo. Y este año prepararemos tamales, carnitas, pozole y un flans como postre. Es una forma de celebrar la costumbre de este país, que nos abrió generosamente las puertas, pero con nuestros propios platos. ¡Es tiempo de agradecer! Y eso es lo que haremos en nuestra mesa”, comentó la inmigrante de Guerrero.
Pero quienes siguen con todas sus letras la tradición de tener como protagonista un pavo en su mesa, también le dan su propio sazón, con condimentos y hierbas impensables en la preparación de una familia estadounidense.
Muchas hierbas y pimientos
La dominicana Grecia Abad, quien desde 1966 conmemora el ‘Thanksgiving’ en el Alto Manhattan, buscaba esta semana los últimos ingredientes para su cena. Se cuidaba de que no faltaran pimientos verdes y rojos, mucho ajo y cilantro.
“Nosotros lo cocinamos diferente. Le damos el sabor de nuestra isla. Es algo muy bonito, es una excusa para reunirnos en familia, pero también para agradecer tantas bendiciones”, comentó la isleña.
También la quisqueyana Juana Santiago daba las últimas vueltas alrededor de supermercados del Alto Manhattan, buscando los mejores precios, para preparar un pastelón de plátano amarillo que acompañará su pavo este año: “Hay que caminar para buscar mejores precios, pero finalmente vale la pena, para esta celebración que es tan grande en este país”.
Justamente, alrededor del pastelón de plátano, uno de los ejes gastronómicos de las festividades dominicanas y puertorriqueñas, hay una serie de versiones sobre su origen. Y tienen que ver con Nueva York. En resumen, se trata de una reinterpretación de la lasaña italiana, pero con la gran diferencia que las capas de pasta son sustituidas por una masa de plátanos molidos.
De acuerdo con algunas versiones, sobre el origen de este platillo, se cuenta que surgió de la conexión de inmigrantes caribeños e italianos en la Gran Manzana. De hecho, en la cultura hispana es una de las grandes “disputas”, pues tanto los boricuas y los quisqueyanos se atribuyen su creación.
Sin restricciones y precios “más bajos”
Más allá de estas anécdotas históricas y culinarias, la boricua Carmen Lorenzo, de 66 años, comparte que lo más importante es que en este 2023, no “hay rastros” de las restricciones que el país tuvo que enfrentar durante estas festividades en 2020 y 2021.
“Creo que luego del fin de la pandemia lo importante es que rescatemos la importancia de compartir y agradecer desde el corazón. Tenemos gente alrededor que nos ama. Tenemos hoy salud. Dios no lo quiera, de repente viene una peste o un huracán y nos arrasa. Eso ya lo hemos visto. Hay siempre que agradecer”, comentó la puertorriqueña.
En efecto, como recuerda Carmen, se trata del segundo año después de la crisis de salud pública causada por la COVID-19 en 2020 en donde las autoridades sanitarias no han emitido alertas, más allá de las campañas regulares de vacunación.
Hay otra diferencia, con respecto a los dos años anteriores. De acuerdo con un boletín divulgado por la Casa Blanca, en todo el país se “están viendo caer los precios justo a tiempo para las vacaciones”. Se especifica que los precios de la gasolina han bajado 1,70 dólares desde su punto máximo, los billetes de avión han mostrado una baja del 13% durante el último año y, según la American Farm Bureau, el coste de una cena de Acción de Gracias ha bajado también este año.
Por su parte, la venezolana Janet Rodríguez, de 28 años, quien vivirá su segunda conmemoración del día de Acción de Gracias en Nueva York, asegura que le impresiona la “solidaridad” de esta ciudad con los más pobres. La observación de la inmigrante, se debe a que ha sido testigo de varias jornadas de entrega de pavo y otros ingredientes. Aunque tiene sus objeciones con el anuncio “oficial” del descenso de los precios.
“Ciertamente si lo comparamos con el año pasado, los precios de la libra del pavo como tal, está más bajo, pero en general la cena saldrá un poco más cara, porque todos los demás productos aquí en Nueva York están más costosos. La inflación aquí no para“, consideró.
Un Thanksgiving helado
La fuerza de la tradición del día de Acción de Gracias en los Estados Unidos, es una de las pocas que reúne a todas las culturas y creencias religiones que coexisten en este país y se espera este fin de semana una de las más grandes movilizaciones de pasajeros en carreteras, terminales aéreos y terrestres. Pero hay malas previsiones en el tiempo. Se esperan fuertes brisas y lluvias, especialmente en el norte del estado de Nueva York.
Desde este miércoles todos los pronósticos indican que las temperaturas comenzarán a bajar considerablemente, tendencia que continuará y se extenderá en toda el área triestatal, en donde se registrarán unos 20°C por la mañana, especialmente en el norte y oeste de la ciudad de Nueva York.
Para este jueves de conmemoración nacional, los meteorólogos prevén un ambiente seco, frío y con ráfagas de viento.
Para este fin de semana se esperan temperaturas gélidas, conforme los vientos vayan de noroeste a suroeste. Para el día viernes estará más nublado, por lo que habrá posibilidad de precipitaciones.
Gran movida de viajeros:
- 55,4 millones de viajeros viajarán 50 millas o más por carretera desde casa durante el período de viajes de Acción de Gracias con base a cálculos de las AAA. Esto significa el pronóstico más alto desde que se empezaron a rastrear los viajes de vacaciones en 2000.
- 49,1 millones de estadounidenses se pondrán al volante, un aumento del 1,7% en comparación con 2022. Los conductores podrían pagar menos por la gasolina que el pasado año cuando el promedio nacional era de 3,58 dólares.
- 2,6 millones de pasajeros volaron este miércoles, pero el domingo se espera un flujo muy denso de pasajeros en los aeropuertos del país con un estimado de 2,8 millones de personas.