El Salvador enviará una misión de su Fuerza Armada a Haití enfocada en la evacuación médica con el contingente de los cascos azules de las Naciones Unidas destacados en ese país, según informó el lunes el Órgano Legislativo, donde se tramita esta iniciativa.
«El apoyo que el Gobierno ha ofrecido, desde antes que surgiera este acuerdo, es que irá un contingente de la Fuerza Armada Salvadoreña para ejecutar operaciones de evacuación médica, bajo el grupo de los cascos azules», dijo ante una comisión del Congreso la directora de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, Patricia Aguilera.
Aguilera explicó, de acuerdo con la información oficial parlamentaria, que «El Salvador apoyará con programas de evacuación médica la misión de seguridad en Haití, avalada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y liderada por Kenia, para recuperar el control del país asediado por las pandillas».
Tras escuchar a la representante de la Cancillería, la Comisión de Salvadoreños en el Exterior, Legislación y Gobierno emitió un dictamen favorable para que la ratificación del acuerdo de envío, firmado por el Gobierno salvadoreño y el de Haití, sea votada en la sesión plenaria del Congreso.
Se trata del ‘Acuerdo sobre la Protección de la Condición de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) en Haití‘, suscrito entre las representaciones diplomáticas de ambos gobiernos en la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que el Gobierno salvadoreño no había informado públicamente, según consigan publicaciones de medios locales.
La votación fue avalada «debido al grave deterioro de la seguridad en Haití a causa de la violencia que ejercen grupos delincuenciales, y de las redes delictivas extendidas en ese país», explicó el Congreso en una nota colgada en su portal oficial.
El partido oficialista Nuevas Ideas (NI) y sus aliados poseen la mayoría en el Congreso con 57 de 60 diputados, quienes aprueban sin discusión las propuestas del Ejecutivo, por lo que se prevé una votación favorable.
Además de El Salvador, otros 13 países, la mayoría latinoamericanos, «realizan gestiones internas para poder apoyar a Haití», para que «los derechos humanos se reestablezcan para los haitianos».
A inicios de marzo pasado, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que puede arreglar la grave crisis de violencia que sufre Haití si cuenta con el visto bueno de las autoridades locales y de la ONU.
«Podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y que estén cubiertos todos los gastos de la misión», publicó Bukele en inglés en su cuenta de X.
En enero de 2023, El Salvador se había comprometido a abrir una oficina de cooperación en dicho país para «reducir los altos índices de criminalidad», según informó entonces la Vicepresidencia.