La comunidad de Baní está de luto por el fallecimiento de María Brito, una residente querida y respetada que dedicó su vida al servicio a Dios y a su prójimo en el templo Genesaret.
Reconocida por su valentía, esfuerzo y dedicación, María deja un legado imborrable de amor y perseverancia en los corazones de quienes la conocieron.
A pesar de la tristeza por su partida, agradecemos al Señor por habernos bendecido con la presencia de María en nuestras vidas.
Sin embargo, su partida deja un vacío difícil de llenar para su esposo, hijos, nietos y demás familiares, a quienes enviamos nuestras más sinceras condolencias y palabras de fortaleza en este momento de dolor.
María Brito enfrentó dificultades de salud tras una intervención quirúrgica y presunta negligencia médica, lo que añade un dolor aún mayor a su pérdida.
Su partida deja un profundo hueco en la comunidad, pero su legado de amor y entrega perdurará en nuestros corazones para siempre.
