ROMA. – Marina Cicogna, condesa, primera gran productora cinematográfica italiana y que fue una de las mujeres más poderosas del cine europeo, falleció hoy en Roma a los 89 años, tras una vida en la que se convirtió en un icono del inconformismo.
Nacida en Roma el 29 de mayo de 1934, hija de la condesa Annamaria Volpi di Misurata y el conde Cesare Cicogna Mozzonin respiró cine desde pequeña. pues su poderoso abuelo, el conde Giuseppe Volpi di Misurata, fue ministro de Finanzas, presidente de la Bienal de Venecia, e ideador del Festival de Cine de Venecia mientras que su padre comenzó como coproductor de obras como «Ladro di Bicicleta» de Vittorio de Sica.
Su vida dedicada al cine le valió el premio a la trayectoria del David di Donatello de 2023, el certamen dedicado a la cinematografía italiana.
En los años 60, su madre se hizo cargo de la productora y distribuidora Euro International Films, de la que Marina pasó a ser propietaria en 1967 junto con su hermano menor Ascanio.
Euro International Film lanzó al mercado italiano una gran cantidad de películas extranjeras, a menudo independientes, como «The Pawnbroker» (1964) de Sidney Lumet o «Belle de Jour» de Luis Buñuel , por la que nadie apostaba y que ganó el León de Oro en Venecia en 1967.
Se encargó de la producción de «C’era una volta il west» de Sergio Leone , «Teorema» y «Medea» de Pier Paolo Pasolini o «Fratello sole e Sorella Luna» de Franco Zeffirelli y de «Un cittadino al di sopra di ogni sospetto» de Elio Petri que ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 1971.
Después del suicidio de su hermano Ascanio y de la crisis financiera del la productora, Marina Cicogna trabajó durante un breve período en la Paramount, antes de cerrar definitivamente la actividad productora y mudarse a los Estados Unidos.
Pero su vida también como condesa y miembros de las altas esferas italianas la llevaron a tener grandes amistades como el modisto Valentino, Jeanne Moreau , Franco Zeffirelli, Pierre Cardin o Henry Fonda y numerosas historias de amor con personajes como Alain Delon, Warren Beatty o Rock Hudson.
Su gran historia de amor y de amistad fue con Franco Rossellini, pero también fue de las primeras mujeres en Italia que no escondió su bisexualidad al tener dos relaciones con Florinda Bolkan, a quien ella misma descubrió y lanzó como actriz y con quien estuvo unida 20 años y al final de su vida con Benedetta Gardona.
«El cine siempre ha estado en mi vida, fue el amor loco de mi vida», le gustaba repetir a la que llamaron «la condesa de Cinecittà».