MTA no subirá las tarifas en buses, ferrocarriles y el Metro este año en Nueva York, a pesar del inmenso déficit que enfrenta, agravado por meses sin cobrar durante la pandemia y el bajo tráfico que aún persiste por el virus y la inseguridad.
Lo que sí puede avanzar este año es un aumento de los peajes, pero defensores dicen que los descuentos a residentes deben continuar para los conductores en Rockaways y Staten Island.
La junta de la MTA votará el jueves sobre el tema, pero ayer fuentes oficiales apuntaron a que los aumentos planificados, que se han producido cada dos años desde 2009, no van a suceder en 2021.
El presidente de la MTA, Pat Foye, confirmó anoche que se pospondrán los incrementos de tarifas planificados para el Metro, los autobuses y los ferrocarriles.
Los aumentos del 4% se discutieron en audiencias públicas en diciembre. Pero líderes comunitarios y funcionarios electos se pronunciaron de inmediato en contra de cualquier incremento, en medio de la crisis de desempleo y parálisis comercial que vive la ciudad.
El número de pasajeros ha disminuido drásticamente desde el comienzo de la pandemia. Se ha recuperado y al momento es aproximadamente el 30% de lo que era en marzo, al inicio del confinamiento, destacó Pix11.
El número de usuarios de autobuses se ha recuperado en más de la mitad, luego de meses de servicio gratis para aislar a los conductores y evitar contagios.
Las tarifas de LIRR y Metro-North también seguirían estables, según las fuentes. Se han realizado cambios en los horarios y podría haber más disminuciones, dada la baja demanda de pasajeros.
En diciembre, la deficitaria Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), que rige el Metro de Nueva York y otros sistemas suburbanos, aprobó su presupuesto de 2021, acotando que la situación final mucho dependerá del apoyo que reciban del gobierno federal.
La MTA sólo pudo equilibrar el presupuesto tomando prestado de la reserva federal. El dinero de la ayuda federal simplemente equilibraría el año 2021 y no abordaría un plan a largo plazo, con un déficit de $8 mil millones de dólares previsto hasta 2024.
