Gregorio Matos Carrasco, conocido como Neno, de 29 años, el recluso que mató a su compañera sentimental mientras lo visitaba en la fortaleza La Concepción de La Vega, era un preso que disfrutaba de múltiples privilegios en el centro penitenciario.
Una de esas comodidades, que no debería tener un preso, es un teléfono celular con servicio de internet.
El recluso utilizó el móvil para publicar un video en las redes sociales después de cometer el crimen. En el video, explicó que el audiovisual serviría como evidencia en caso de que le sucediera algo cuando fuera llevado a «la plancha», un área de castigo para los reclusos que cometen faltas.
«Estoy bien, caminando aquí afuera», dijo Gregorio en el video.
Además, el reo tenía un arma blanca con la que apuñaló varias veces a la víctima, Casandra Castillo Santiago, de 24 años.
También tenía varios metros de cable eléctrico, con los que ató a su pareja de pies y manos para estrangularla.
Además, poseía un equipo de sonido. Se informó que el preso escuchaba música a un volumen muy alto para que los guardias no escucharan los gritos mientras cometía el crimen.
El agresor cumple una condena de 20 años de prisión por un homicidio cometido en Santo Domingo Oeste.
Medida de coerción
Por el feminicidio, la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de La Vega impuso tres meses de prisión preventiva como medida de coerción contra el recluso por la muerte de la joven mientras lo visitaba en la Fortaleza Concepción, en La Vega.
El tribunal ordenó que el convicto Gregorio Matos Carrasco permanezca en el Centro de Corrección y Rehabilitación El Pinito, donde fue trasladado después del crimen.