Una protesta que comenzó pacíficamente en la ciudad californiana de Oakland terminó con múltiples incendios, varios autos dañados y numerosas ventanas rotas.
La protesta contra la brutalidad policial comenzó con calma el viernes por la noche, informaron los medios de comunicación. Una marcha posterior atrajo a unas 300 personas y algunas comenzaron fuegos y rompieron ventanas.
Un concesionario de automóviles se encontraba entre los inmuebles dañados. Al menos un automóvil fue quemado. También se inició un incendio fuera de un banco. Los manifestantes fueron vistos pasando por el sitio de un accidente automovilístico.
Fotos y videos publicados en línea mostraban a los manifestantes con carteles y banderas. Muchos corearon los nombres de Daunte Wright —un joven de 20 años que fue abatido fatalmente a tiros por un policía en Brooklyn Center, Minnesota— y Adam Toledo, un niño hispano de 13 años muerto a tiros por un policía blanco en Chicago.
Durante la marcha la gente en la multitud arrojó botellas y otros objetos hacia los agentes del orden, dijo la policía de Oakland en un comunicado. Un policía sufrió una herida al recibir un golpe en la cabeza. Un miembro de la comunidad también fue agredido, dijo la policía.
El comunicado dijo que los manifestantes arrastraron barreras hacia los caminos para bloquear y retrasar la respuesta de los agentes.
Las autoridades declararon ilegal la concentración de personas y ordenaron a los manifestantes que se dispersaran. La policía dijo que los manifestantes se retiraron pacíficamente. No hubo arrestos ni se emitieron citaciones.
Algunas empresas clausuraron sus escaparates el viernes temprano en previsión de los disturbios, según los medios de comunicación.
