Durante más de 15 años, antes de llevar a cabo cualquier operación para detener a un inmigrante en Estados Unidos, los agentes de la división de Operaciones de Control y Expulsión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tenían que rellenar un formulario con datos sobre su objetivo —nombre, aspecto físico, direcciones y empleo conocidos, historial migratorio, antecedentes penales y otros datos— y entregarlo a un supervisor para su aprobación.
Ahora, en una muestra de cómo la agencia ha pasado de una aplicación selectiva de la ley a redadas generalizadas bajo el Gobierno de Donald Trump, esa política ha sido eliminada, informaron a NBC News seis funcionarios y agentes actuales y antiguos de ICE y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“Es difícil rellenar una hoja de trabajo que solo dice: ‘Reúnete en el estacionamiento de Home Depot’”, dijo uno de los antiguos funcionarios de ICE.
El cambio de política muestra la forma en que ICE está operando, en un momento en que ciudades como Chicago y Boston aguardan posibles operaciones migratorias ampliadas, y también ayuda a explicar la naturaleza aparentemente espontánea de las recientes detenciones en Los Ángeles y Washington D.C.
