El cornerback de los New York Jets, Kris Boyd, abandonó un restaurante de moda en el corazón de Manhattan con otros dos jugadores de los Gang Green momentos antes de ser baleado porque sintió que el “ambiente” dentro no era bueno, según informaron fuentes a The Post el domingo por la noche.
Boyd, de 29 años, se encuentra en estado crítico pero estable en el Hospital Bellevue después de haber recibido dos disparos en el abdomen poco después de las 2 de la madrugada del domingo, dijo la policía, aunque inicialmente no identificaron a Boyd como la víctima.
Estaba disfrutando de una velada en Sei Less, un restaurante de fusión asiática que suele estar repleto de celebridades.
Según fuentes, Boyd declaró a la policía que estaba dentro con otros dos miembros de los Jets y otro amigo cuando se marcharon porque no le gustaba el “ambiente” y percibía cierta tensión entre otros grupos que estaban discutiendo entre sí.
No está claro qué compañeros de equipo acompañaban a Boyd. Los Jets no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios.
El equipo estaba “al tanto de la situación que involucra a Kris Boyd y no hará más comentarios por el momento”, dijo un representante anteriormente.
La calle frente a Sei Less estaba abarrotada y alguien disparó contra la multitud, según fuentes, aunque no está claro si Boyd era el objetivo o no.
Según fuentes policiales, se obtuvieron imágenes de vigilancia cercanas de un automóvil con placas de Michigan que salía a toda velocidad de un estacionamiento antes de que el conductor chocara contra la barrera y otra persona dentro abriera fuego contra la multitud.

Un segundo coche atravesó la barrera y también se dio a la fuga, añadieron.
Fuentes indicaron previamente que el tirador huyó en un BMW X6 SUV, seguido por un Mercedes-Benz Maybach plateado de alta gama, ambos con placas de otros estados.
Según las fuentes, Sei Less no ha cooperado con la policía y se ha negado a entregar cualquier grabación de seguridad que pueda tener.

Ernest Quander, uno de los amigos más cercanos de Boyd, a quien conoció mientras estudiaba en la Universidad de Texas, dijo a The Post que el defensa de 1,80 metros estaba “en buenas condiciones” y “le iba muy bien”.
“Es un soldado, que ha superado momentos difíciles. Está bien. Está bien”, aseguró Quander.
Boyd ya figuraba en la lista de reservas lesionados de los Jets tras sufrir una lesión en el hombro durante la pretemporada.
Boyd se unió a los Jets este año después de breves períodos de un año con los Arizona Cardinals y los Houston Texans, respectivamente.
Comenzó su carrera en la NFL como selección de los Minnesota Vikings en 2019, donde permaneció durante cuatro años.