El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha indultado este jueves a Daniel Perry, exmilitar estadounidense condenado a 25 años de prisión por matar de un disparo en 2020 a un manifestante del movimiento ‘Black Lives Matter’ (BLM), Garrett Foster, que protestaba por la justicia racial y contra la brutalidad policial meses después de la muerte de George Floyd en Minneapolis (Minesota).
Abbott ha indicado en un comunicado que «la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas ha llevado a cabo una revisión exhaustiva del historial personal de Perry y los hechos que rodearon el incidente de julio de 2020», con una «revisión meticulosa de los documentos pertinentes», tras lo que ha recomendado un indulto total y la restauración de todos los derechos civiles de ciudadanía».
«Texas tiene una de las leyes de autodefensa más estrictas de ‘Stand Your Ground’ (Defienda su derecho a la defensa) que no puede ser anulada por un jurado o un fiscal de distrito progresista. Agradezco a la Junta por su investigación exhaustiva y apruebo su recomendación de indulto», ha manifestado.
La ley de Texas establece que el gobernador puede otorgar un indulto después de una recomendación de la Junta de Indultos y Libertad Condicional del estado, cuyos miembros son designados por el gobernador. Este organismo también ha votado unánimamente para recomendar la restauración total de los derechos de armas de fuego del indultado.
Poco después de ser indultado, Perry ha sido liberado de la custodia del Departamento de Justicia Penal de Texas. El abogado de Perry, Doug O’Connell, ha asegurado que su cliente está «emocionado y eufórico de ser libre» y ha agradecido al gobernador y a la autoridad de indultos estatal sus esfuerzos para obtener la libertad, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.
Los abogados de Perry dijeron que su cliente –diagnosticado, según indicaron, con trastorno de estrés postraumático y espectro autista– actuó en defensa propia, pues Foster, un veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos llevaba un AK-47, legal en Texas. Los fiscales, que explicaron que los testigos no vieron a Foster levantar su arma, presentaron mensajes del atacante en redes sociales en el que hablaba sobre matar a manifestantes, con un largo historial de comentarios racistas.