La policía en Dubái detuvo a varias personas por cargos de escándalo público, según dijeron el domingo las autoridades, debido a un video viral en el que aparecían mujeres desnudas posando en un balcón de la ciudad.
Incumplir la ley de decencia pública en Emiratos Árabes Unidos, que afecta al nudismo y otros “comportamientos lascivos”, conlleva penas de hasta seis meses de prisión y multas de hasta 5.000 dirhams (unos 1.360 dólares). Compartir material pornográfico también puede suponer penas de prisión y multas, en un sistema legal basado en la ley islámica sharia.
El sábado por la noche se difundieron en medios sociales videos y fotografías en los que aparecían una docena de mujeres desnudas, alineadas en un balcón en el lujoso barrio Marina de Dubái a plena luz del día.
Los detenidos por el video “indecente” fueron derivados para ser procesados, indicó la policía. “Estos comportamientos inaceptables (…) no reflejan los valores y ética de la sociedad emiratí”, indicó el comunicado policial.Una imagen captada desde el balcón donde las mujeres posaban desnudas
Fue una conmoción en la federación de siete reinos árabes, donde comportamientos menos llamativos como besarse en público o beber alcohol sin licencia han enviado a gente a la cárcel. El diario afín al estado The National dijo que parecía ser una “maniobra publicitaria”, sin entrar en detalles.
Bernie Debusmann, periodista basado en la ciudad, reportó que se trata de una campaña de una página pornográfica. Además, dijo que varios vecinos captaron las escenas y que los videos estaban siendo muy compartidos en WhatsApp.
Aunque en muchos aspectos EAU es más progresista que sus vecinos de Oriente Medio, tiene estrictas leyes que regulan la libertad de expresión. Se han producido condenas de cárcel por comentarios y videos compartidos en internet. Las compañías de telecomunicaciones del país, con participación mayoritaria del estado, bloquean el acceso a los principales sitios web de pornografía.
Más del 90% de los 3,3 millones de habitantes del emirato son expatriados, entre ellos muchos trabajadores pobres del subcontinente indio, pero también árabes, europeos y estadounidenses que forman la clase media. La psicóloga clínica Thoraiya Kanafani afirma haber acompañado a muchos solteros que sufren una “sensación de soledad en Dubái”.
Según ella, todas las grandes ciudades presentan “dificultades” para crear relaciones, pero en Dubái el fenómeno es exagerado. “El hecho de que Dubái se perciba como una ciudad de tránsito desempeña un gran papel en la reticencia o la dificultad para comprometerse”, explica.
La comunidad homosexual no se queda al margen en esta ciudad musulmana que la tolera siempre que se mantenga discreta. Un puñado de bares le abren las puertas en secreto y se puede esquivar el bloqueo de las aplicaciones de citas gay a través de VPN (redes privadas virtuales).
