BEIRUT.- El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, aseguró este viernes que intensificarán sus ataques contra Israel en respuesta al asesinato de diez civiles hace dos días en el sur del Líbano y prometió que el Estado judío pagará «con sangre» por la matanza.
«La respuesta a la masacre tiene que continuar y escalar los actos de resistencia. Si el objetivo del enemigo es que paremos, nosotros decimos que esto causa rabia y hace que se expanda la resistencia», sentenció el clérigo durante un discurso televisado por canales afines.
El pasado miércoles, dos bombardeos israelíes mataron a siete miembros de una misma familia en un edificio de Nabatieh y a tres de otra en una vivienda de Souaneh, dejando un récord de víctimas civiles en un solo día desde el comienzo de las hostilidades hace cuatro meses, entre ellas varios niños.
Nasrala consideró que el ataque de Nabatieh fue «deliberado» y alertó de que Israel «hubiese podido evitar tener como objetivo a los civiles» si pretendiese alcanzar solo a miembros de Hizbulá, algunos de los cuales fallecieron en el mismo inmueble que la familia asesinada.
«El precio se pagará con sangre», prometió el secretario general del movimiento chií.
Sin embargo, evitó ofrecer detalles sobre cómo planean responder a la masacre ni cuándo podrían hacerlo, limitándose a decir que lo deja en manos del «terreno» y del «tiempo», en línea con su actuación habitual para mantener el factor sorpresa.
Como parte de su respuesta «preliminar» a los bombardeos del miércoles, Hizbulá ya lanzó ayer «decenas» de cohetes contra la localidad de Kiryat Shmona, en el norte de Israel, y varios proyectiles más contra un cuartel militar en la misma ciudad.
La formación libanesa y las fuerzas israelíes están enzarzadas en un intenso fuego cruzado desde el pasado 8 de octubre, en sus peores enfrentamientos fronterizos desde la guerra que libraron en 2006.