La familia de Christine Fields, una madre “sana” de 30 años que murió después de dar a luz el mes pasado en Brooklyn (NYC), presentó una demanda por $42 millones de dólares.
Fields esperaba con normalidad el nacimiento de su tercer hijo cuando falleció. “Estábamos ansiosos por celebrar una boda este año”, dijo a Daily News su novio y padre del bebé, José Pérez. “Pero terminó embarazada y lo dejamos en suspenso”. Era “una gran madre. Pasó cada minuto que pudo con sus hijos”, agregó.
Lo que se suponía sería una ocasión alegre llena de bendiciones y promesas se convirtió en una pesadilla plagada de angustia y dolor. La odisea de tres días comenzó el 11 de noviembre, cuando Fields entró en el Woodhull Medical Center de Brooklyn para dar a luz.
Después de 10 horas de trabajo de parto, el ritmo cardíaco del bebé por nacer bajó. Al día siguiente, según la familia, Fields tuvo una cesárea de emergencia a pesar de sus objeciones, pero estaba consciente y receptiva después de que nació el bebé. La familia salió de su habitación y luego les dijeron que la madre había fallecido. Aún están a la espera de una autopsia para determinar la causa de la muerte.
“Tres niños de 3 y 5 años y un recién nacido serán criados ahora sin una madre”, dijo el abogado de la familia, Sanford Rubinstein. “Esto es trágico. Esta familia no tenía motivos para pensar que este no iba a ser un parto saludable”.
La demanda de la familia alega que la negligencia médica fue responsable de la muerte. Según el abogado Ira Newman, socio de Rubenstein especializado en casos de mala praxis, Fields había experimentado un embarazo “normal” y sin complicaciones.
“Después de la cesárea, sufrió un paro cardíaco y fue declarada muerta alrededor de las 3 ó 4 de la mañana del 13 de noviembre”, detalló Newman.
El hospital se negó a dar información sobre la atención de Fields, citando leyes de privacidad médica. “La salud y la seguridad de nuestros pacientes es nuestra máxima prioridad, y expresamos nuestro más sentido pésame a los afectados por esta trágica pérdida”, dijo el portavoz, Christopher Miller, en un comunicado.
La madre de Fields, Deneen Witherspoon, insiste en que necesita respuestas. “Mi hija estaba sana”, dijo. “Ella era mi corazón. Ahora tengo que ayudar a criar a tres niños que no tienen madre”.