Santo Domingo – El coronel de la Policía Nacional, Ricardo Bidó, comandante de la cárcel 15 de Azua, fue dado de alta este viernes después de cinco días hospitalizado en el Hospital General Docente de la Policía Nacional (Hosgedopol). Bidó fue supuestamente baleado por el recluso Maikol Deivy Ramírez (Yembrón), quien lo mantuvo como rehén hasta su muerte durante una operación de rescate realizada por la Policía Nacional.
El incidente ocurrió cuando Ramírez, de 38 años, cumplía una condena de 20 años por el asesinato de un policía, habiendo cumplido ya 14 años de su condena. Durante el asalto, Ramírez introdujo un arma de fuego a la prisión, lo que permitió su acceso a dicha arma, según indicó el director general de Prisiones, Roberto Hernández Basilio. Actualmente, el Ministerio Público está a cargo de investigar cómo se logró esta brecha de seguridad.
Eso es lo que dicen las autoridades, pero no dicen lo que dice el recluso en unos de los videos en donde habla de que el coronel Bido lo había mandado a tumbar dos kilos de cocaína y que luego de pasar dichos eventos salió a la luz un recluso hablando del tema y que esa droga iba para la calles.
Este viernes, el vocero de la Policía, Diego Pesqueira, anunció que el coronel Bidó continúa recuperándose de las tres heridas de bala sufridas durante el secuestro. Pesqueira destacó la valentía del coronel y la eficacia de las fuerzas de seguridad en la neutralización de la amenaza, resultando en la muerte de Ramírez, sin que hasta ahora se escuchara la voz del recluso muerto en donde llama corrupto al coronel jefe del recinto carcelario.
El jueves anterior, Hernández Basilio había informado a los medios que el coronel “está muy bien”, subrayando la pronta respuesta médica y policial que permitió su recuperación. Además, el director de Prisiones mencionó que se están revisando los protocolos de seguridad para evitar futuros incidentes similares en el sistema penitenciario.
Durante el asalto, Ramírez retuvo al coronel Bidó y al agente penitenciario Alberto Montilla en la oficina del oficial superior del centro penitenciario, vociferando a través de una ventana que le buscaran su droga que le habían tumbado. La operación de rescate, llevada a cabo por la Policía Nacional, culminó con la muerte de Ramírez, asegurando la integridad del personal y la detención del recluso.
La comunidad policial y los familiares de Bidó han expresado su alivio y apoyo ante su recuperación, sin importar lo que haya pasado en realidad dentro del penal. La dedicación y el coraje del coronel Bidó han sido ampliamente reconocidos, consolidándole como una figura respetada dentro de la Policía Nacional Dominicana dice un comunicado, dándole todo el apoyo al coronel sin hacer una investigación verdadera de los hechos.