9 de junio de 2025

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Continúan retornos forzosos de dominicanos desde EE. UU.

Cada semana, el Aeropuerto de Las Américas se convierte en escenario de escenas silenciosas y repetidas. Decenas de dominicanos cruzan la puerta de llegadas con la mirada baja y una mochila al hombro. No llegan por vacaciones ni para ver a familiares. Han sido enviados de regreso, marcando el cierre inesperado de un largo periodo en Estados Unidos.

Este retorno masivo es una consecuencia directa de las políticas migratorias impulsadas durante la administración del expresidente Donald Trump. Las medidas adoptadas bajo su gestión endurecieron los procesos para enviar de vuelta a personas en condición migratoria no regular. Como resultado, cientos de ciudadanos dominicanos han tenido que dejar atrás sus vidas construidas durante años en distintas ciudades estadounidenses.

De acuerdo con reportes de medios nacionales y datos compartidos por autoridades de Migración, los vuelos con personas retornadas han aumentado notablemente en las últimas semanas. Esta situación responde a una estrategia de control migratorio que se mantiene activa y cuyos efectos continúan notándose en distintos puntos del Caribe, incluyendo la República Dominicana.

Los grupos que llegan al país son transportados en vuelos coordinados por las entidades migratorias de Estados Unidos, tras ser identificados y retenidos en operativos o verificaciones rutinarias. En su mayoría, se trata de personas que residían en zonas como Nueva York, Nueva Jersey o Miami, muchas veces durante largos periodos y sin haber podido regularizar su estatus legal.

Al arribar, los testimonios de quienes descienden del avión comparten un sentimiento común. Se expresan con palabras marcadas por la incertidumbre, la tristeza y la sensación de desconexión. Algunos relatan que dejaron allá a sus hijos, nacidos en Estados Unidos, además de trabajos estables y entornos donde, con esfuerzo, lograron establecer una vida.

Una preocupación constante entre quienes regresan es la falta de recursos. Muchos llegan sin posesiones materiales, sin un plan inmediato y con escasa o nula red de apoyo en el país. Esta situación hace que el proceso de reintegración a la sociedad dominicana sea particularmente difícil. Algunos mencionan que no recibieron ningún tipo de orientación ni ayuda para adaptarse de nuevo al entorno local.

Ante esta realidad, se plantea la necesidad urgente de que las instituciones nacionales refuercen sus sistemas de apoyo y acompañamiento para estas personas. Es esencial que se generen políticas públicas y mecanismos efectivos de asistencia para brindar a quienes retornan una oportunidad real de reconstruir sus vidas en condiciones de dignidad y estabilidad.