HARTFORD, Connecticut- El gobernador de Connecticut, Ned Lamont, anunció el lunes que destinará $ 5 millones en fondos de ayuda federal COVID-19 para combatir la violencia armada y financiar programas de prevención del crimen en el estado.
El dinero de la Ley federal de ayuda, alivio y seguridad económica del coronavirus se utilizará para ayudar a pagar los programas de alcance comunitario, los grupos de trabajo regionales de aplicación de la ley y los puestos policiales especializados y financiar el acceso en tiempo real a los datos de las pruebas de ADN rápido y balística.
“Podremos rastrear con los forenses: rastrear casquillos de proyectiles, rastrear de dónde vino esta pistola, de dónde vino este automóvil y poder hacer esto a nivel regional”, dijo Lamont durante una conferencia de prensa en Hartford’s Saint Francis. Hospital.
James Rovella, comisionado de Servicios de Emergencia y Protección Pública del estado, dijo que los fondos permitirán la apertura de un centro de pruebas de casquillos de balas las 24 horas en el laboratorio criminal estatal en Meriden y un quiosco de pruebas móvil que puede viajar a las escenas del crimen. También habrá dos sitios de pruebas rápidas de ADN, uno en Meriden y otro en Waterbury, dijo.
Lamont y otros funcionarios estatales defendieron el uso de fondos de ayuda para el coronavirus para el esfuerzo, y señalaron que los delitos violentos han aumentado en todo el país durante la pandemia.
Marc Pelka, subsecretario de política de justicia penal de la administración, dijo que el nivel de delitos graves en Connecticut es aproximadamente la mitad de lo que era en la década de 1990. Pero dijo que ha habido un aumento reciente en los delitos violentos con armas de fuego, el robo de automóviles y las muertes por sobredosis en muchas comunidades en los últimos meses.
Lamont dijo que la medida es parte de un esfuerzo integral que también incluye el uso de fondos de ayuda para brindar a los jóvenes un mejor acceso a trabajos de verano, programas de aprendizaje, campamentos y otras actividades recreativas.
“No se trata solo de la ley y el orden”, dijo Lamont. “También se trata de comprender por lo que ha pasado nuestra población durante este último año y medio, especialmente nuestros jóvenes”.
Andrew Woods, quien dirige el programa de intervención contra la violencia Hartford Communities that Care, dijo que está agradecido por la entrada única de dólares federales, pero pidió al estado que también presente más fondos sostenibles a largo plazo para él y otras iniciativas de prevención de la violencia. .
“Lo que estoy diciendo es que hay innumerables personas que necesitan estos servicios y, nuevamente, no tenemos suficientes recursos”, dijo.
