Bolivia cortó oficialmente las relaciones diplomáticas con Israel en respuesta al conflicto en curso con Hamás en la Franja de Gaza.
El gobierno de izquierda del presidente Luis Arce atribuye esta medida histórica a sus preocupaciones sobre presuntos crímenes de guerra y abusos contra los derechos humanos que ocurren en la Franja de Gaza.
La decisión, anunciada durante una conferencia de prensa en La Paz, la capital de facto de Bolivia, es la primera de su tipo y ha despertado la atención internacional, según apunta The Guardian.
La postura de Bolivia por el conflicto con Hamás
María Nela Prada, ministra de la administración del presidente Arce, hizo el anuncio oficial en la conferencia de prensa, enfatizando su exigencia de un cese inmediato de los ataques a la Franja de Gaza.
El ministro destacó que estos ataques han provocado la pérdida de miles de vidas civiles y el desplazamiento forzado de palestinos. La decisión de Bolivia de cortar los lazos con Israel representa una postura significativa contra el conflicto en curso.
La decisión de Bolivia de cortar relaciones diplomáticas con Israel no carece de precedentes. En 2009, el país dio un paso similar tras la invasión israelí de la Franja de Gaza. Las relaciones se restablecieron posteriormente en 2020 durante el mandato de la presidenta de derecha Jeanine Áñez. Ahora, bajo el liderazgo del presidente Arce, Bolivia vuelve a adoptar una postura decidida.
La comunidad internacional ha estado siguiendo de cerca la decisión de Bolivia, que está generando reacciones encontradas. El ex presidente Evo Morales había pedido anteriormente la ruptura de los vínculos con Israel, calificándolo de “estado terrorista” e instando a que los líderes israelíes, incluido el primer ministro Benjamín Netanyahu, fueran remitidos a la corte penal internacional por genocidio y crímenes de guerra.
Esta medida de Bolivia se suma a un creciente coro de críticas en América del Sur. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, comparó las acciones de Israel con las de los nazis de Adolf Hitler, lo que provocó una fuerte reprimenda del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, que lo acusó de hacer declaraciones hostiles y antisemitas que podrían poner en riesgo vidas judías.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también expresó su preocupación, criticando al primer ministro israelí por sus acciones en Gaza y enfatizando el sufrimiento de civiles inocentes, especialmente mujeres y niños, durante el conflicto.
La decisión de Bolivia de cortar lazos con Israel añade una nueva dimensión a la respuesta internacional al conflicto de Gaza, destacando la urgencia de abordar la crisis humanitaria en la región.