“Ya han pasado tres años y medio de su nacimiento”, contó el investigador Falong Lu, de la Universidad de la Academia China de Ciencias, en Pekín, China. Es el primer mono Rhesus obtenido por clonación que llega a la adultez.
Durante las últimas décadas, la clonación ha sido bastante poco efectiva al ser aplicada en mamíferos. Entre el 1% y el 3% de los animales nacen vivos.
En 2022, se había conseguido el nacimiento de otro rhesus por clonación, pero vivió menos de 12 horas. Ahora, el grupo de científicos de China, que incluyó también a Zhen Liu y Qiang Sun, se pusieron a averiguar cuáles eran los obstáculos para generar clones de primates y que sobrevivan.
En esa instancia, identificaron anomalías en la forma en que el embrión clon en desarrollo y su placenta pueden acceder a la información genética y leerla. También tuvieron en cuenta el tamaño y la forma de las placentas de los monos clones que se desarrollaban en las madres sustitutas.
Comprendieron que las placentas, que son las que permiten aportar oxígeno y nutrientes al feto en crecimiento, no se reprogramaban de manera adecuada por el proceso de clonación, y eso impactaba en los resultados finales.
Luego, desarrollaron un método para dar al embrión clon en desarrollo una placenta sana. De esa manera, consiguieron un mono rhesus macho sano. Es uno solo hasta ahora, pero estiman que su estrategia puede mejorar la eficacia de la clonación de primates en el futuro.
¿En qué consiste la nueva modalidad de clonación?, el doctor Falon contestó: “El trofoctodermo o trofoblasto es el responsable de la formación de la placenta. Lo que hicimos fue sustituir al trofoctodermo del embrión clon por el de un embrión normal en la etapa de blastocisto. Este enfoque aumentó significativamente la tasa de éxito de la clonación de monos rhesus, mediante transferencia nuclear de células somáticas”.
Habían obtenido 113 embriones. Solo implantaron 11 y lograron dos embarazos. Finalmente uno solo nació vivo. “Va bien y crece con fuerza”, acotó el investigador.
Lo llamaron “ReTro” porque se refiere al “reemplazo de trofoblastos” que practicaron los investigadores para producirlo.
Hay investigadores que esperan utilizar más a los monos en la investigación médica para mejorar los tratamiento para las enfermedades como Alzheimer y Parkinson, que han aumentado su incidencia (Infobae).