9 de octubre de 2024

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Así amontonan a los presos en la cárcel preventiva de Higüey

Santo Domingo, RD

 El obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de La Altagracia, Jesús Castro Marte, denunció ayer el estado de hacinamiento que predomina en la cár­cel preventiva local.

“Es insólita, inhuma­na, indignante e inacepta­ble la situación de hacina­miento y oprobio en la que están los detenidos en la cárcel preventiva de la ciu­dad de Higüey”, escribió el obispo en la red social Twitter.

Esta información fue corroborada con fotogra­fías y videos obtenidos por este DIARIO, en las que se muestra el entorno de los reos, con uno de los aposentos repleto de per­sonas sin cubrebocas y aje­nos al cumplimiento de las medidas sanitarias im­puestas para evitar la pro­pagación del mortal virus.

Igualmente se pudo apreciar la simplicidad de las literas donde duermen los reclusos, hechas de concreto.

Una imagen deprimen­te muestra que los re­clusos tampoco tienen colchones, sábanas ni al­mohadas.

Críticas como las hechas ayer por monseñor Castro Marte tienen un carácter de contundencia por su al­to estatus de autoridad en la Iglesia Católica, aunque no son una novedad en el país, ya que hace siete años esta prisión fue clau­surada por similares razo­nes, aunque fue reabierta poco tiempo después debi­do a que la Policía Nacional tenía pocos lugares donde alojar a las personas que quebrantan la Ley.

Sin embargo, la situa­ción empeoró después de esto, porque además de li­diar con problemas de so­brepoblación, el centro fue foco de un brote de enfer­medades e infecciones cu­táneas.

Celdas abarrotadas

De hecho, la cantidad exce­siva de prisioneros que al­bergaba llegó al punto de que en un área de 20 me­tros cuadrados, donde ha­bía dos celdas con capa­cidad para un número de 20 personas cada una, pe­ro alojaban entonces a 335 reclusos compartidos entre ambas.

Asimismo, durante el año 2014 la cárcel preven­tiva de la ciudad de Hi­güey se ganó el mote del “Cementerio de hombres vivos” por la cantidad de privados de libertad que fa­llecieron durante ese perio­do.

Todo esto ocasionó que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Di­rección General de Prisio­nes tomaran la decisión de trasladar una gran canti­dad de los encarcelados a otras prisiones, a fin de eli­minar las condiciones cita­das, aunque al final la me­dida no funcionó.

Derechos Humanos

A principios del pasado mes de septiembre la Co­misión Nacional de los De­rechos Humanos (CNDH) criticó las condiciones pre­valecientes en esa peniten­ciaria, citando la falta de agua y alimentos como par­te de las fallas que más pre­ocupaban a los privados de libertad.

Por igual, el secretario general la Comisión Na­cional de los Derechos Hu­manos en la provincia La Altagracia, Quique Peña, aseguró que personal del recinto maltrataba delibe­radamente a los reos, todo con el propósito de forzar a sus familiares a buscar di­nero y evitar que estos reci­ban castigos.

El alcalde de Higüey, Ra­fael “Cholitín” Duluc, estu­vo de acuerdo con monse­ñor Castro Marte sobre la gravedad de este proble­ma, informando que él no sólo solicitó a la Procuradu­ría General de la República (PGR) la construcción de una nueva prisión, sino que también trató el tema con el presidente de la Repúbli­ca Luis Abinader.