Un responsable de la Iglesia católica condenó el funeral de una reconocida activista transgénero en una catedral de Nueva York, que tachó de escándalo en uno de los templos más destacados del catolicismo en Estados Unidos.
La arquidiócesis católica romana de Nueva York condenó el funeral de Cecilia Gentili, que se celebró en la catedral de San Patricio de Manhattan y reunió a muchos asistentes el jueves.
Gentili era conocida por su defensa de otras personas transgénero, así como trabajadores sexuales y personas con VIH. Una publicación en su cuenta de Instagram anunció su muerte el 6 de febrero a los 52 años.
En un comunicado por escrito el sábado, el reverendo Enrique Salvo, pastor de San Patricio, dio las gracias a las personas que según dijo habían informado a la Iglesia de que «comparten nuestra indignación por el escandaloso comportamiento» en el funeral.
«La catedral sólo sabía que la familia y los amigos solicitaban una misa de funeral para una católica, y no tenían idea de que nuestro recibimiento y oración se verían degradados de una forma tan engañosa y sacrílega«, afirmó Salvo en un comunicado.
La catedral celebró una misa de reparación tras el funeral a instancias del cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, dijo Salvo.
«Que ocurriera ese escándalo en la ´Iglesia Parroquia de Estados Unidos´ lo hace peor. Que ocurriera al inicio de la Cuaresma, la lucha anual de cuarenta días contra las fuerzas del pecado y la oscuridad es un poderoso recordatorio de cuánto necesitamos la oración, la reparación, el arrepentimiento, la gracia y la misericordia a la que nos invita este periodo sagrado», dijo.
Gentili, una extrabajadora sexual que sufrió adicción y estuvo encarcelada en la isla de Rikers, se convirtió en coordinadora de programas de salud transgénero, directora de política sin fines de lucro para una organización consolidada de salud para hombres homosexuales, GMHC, y en defensora de legislación antidiscriminación y de igualdad en salud, entre otras labores activistas.
Gentili fundó la clínica COIN, siglas en inglés de Red Cecilia de Inclusión Ocupacional, un programa gratuito de salud para trabajadores sexuales, a través de la organización de salud comunitaria Callen-Lorde en Nueva York.
«La comunidad LGBTQ++ de Nueva York ha perdido una campeona en el icono trans Cecilia Gentili«, dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, en X, antes Twitter, tras la muerte de Gentili.
La activista actuó en la serie de televisión «Pose» de FX, sobre el ambiente alternativo de baile en las décadas de 1980 y 1990. También ofreció dos espectáculos de monólogo.
«Soy atea, pero siempre le estoy pidiendo cosas a Dios», dijo Gentili en «Red Ink», un espectáculo autobiográfico en el que hablaba de temas como su infancia en Argentina y la ausencia de fe religiosa.
La catedral de San Patricio, un destacado hito arquitectónico y turístico de la ciudad, ha acogido funerales de numerosos neoyorquinos célebres, como el senador Robert F. Kennedy, Babe Ruth y trabajadores de emergencias fallecidos en el ataque del 11 de septiembre de 2001.
Los videos del funeral de Gentili mostraban a más de un millar de asistentes, incluidas personas transgénero y otros amigos y partidarios que corearon su nombre, aplaudieron, cantaron y elogiaron su posición como una guía de la comunidad LGBTQ++ de la ciudad.
«Salvo el Domingo de Pascua, en realidad no tenemos tanta asistencia», dijo el padre Edward Dougherty, que presidió la misa.
El grupo conservador CatholicVote criticó al también actor de «Pose» Billy Porter, que durante el funeral ofreció una canción que el grupo consideraba una burla de la oración del «Padre Nuestro». «Esto es simplemente increíble y enfermizo», afirmó CatholicVote en X.
En una intervención antes de cantar, Porter, describió a Gentili como una líder de «toda una comunidad de personas que transformó mi vida para siempre».
«El duelo es singular, es individual. Por favor, sepan que sea cual sea su forma de duelo, es lo correcto», dijo Porter. «No hay una forma correcta o errónea de llorar. Pero asegúrense de que lo hacen, de que se permiten hacerlo, de que podemos llegar al otro lado de algo que se siente un poco como la gracia».
