23 de noviembre de 2024

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Angustia entre familias latinas ante fin de moratoria de desalojos por crisis del COVID

A partir del 1 de enero miles de caseros de la Gran Manzana pueden empezar procesos contra inquilinos que no han podido pagar sus rentas en medio de la pandemia del COVID-19, por lo que claman ayuda al Estado y a Cuomo

Para María Nájera el 2020 fue un año muy difícil. La pandemia del COVID-19 dejó mucho dolor entre familias de la Gran Manzana, que vieron perder a seres queridos, y en su casa, en Brooklyn, el coronavirus no solo la atacó a ella de frente, a sus dos hijos adolescentes, y con mayor gravedad a su esposo, quienes se enfermaron, sino que los dejó a todos sin trabajo.

El estrés, la pobreza, la tristeza, la depresión, la incertidumbre y una angustia que no la deja tranquila ni un solo minuto, también están en las memorias del 2020.

Y aunque con un año así la inmigrante poblana confiesa que en el fondo de su corazón quisiera que pronto se vaya el 2020, que empiece el 2021 y que la pesadilla que ha vivido su familia y miles de neoyorquinos se quede atrás en el olvido, al mismo tiempo, irónicamente, le aterra que el calendario siga avanzando.

El 31 de diciembre vence la moratoria dada por el Gobierno para evitar que los caseros desalojen a los inquilinos que no han podido cumplir con el pago de sus rentas. Técnicamente, a partir del 1 de enero, los dueños de casas y apartamentos en la Gran Manzana, tienen la potestad de ir a las cortes de vivienda e iniciar acciones contra los arrendatarios ante el incumplimiento de sus obligaciones. En palabras de María, el 1 de enero significa el miedo de verse pronto en la calle con sus hijos, su esposo y su perrito Polo, quien de terminar la familia en un albergue, no sería admitido.

“Estamos preocupados, con mucha ansiedad porque si nos echan de acá, vamos a terminar sin casa. ¿Y entonces, a dónde vamos a parar? Esa es la pregunta que me hago todos los días y me muero de tristeza al saber que puedo terminar en un shelter, y no sé si voy a ser capaz de irme a uno si me veo en esa situación”, confiesa la mexicana, quien antes de la pandemia se ganaba la vida vendiendo mango con sal y chile en la calle 23 y la  Sexta Avenida en Manhattan.

La inquilina, quien vive hace 15 años en su apartamento en Bushwick, propiedad de una gran corporación del negocio inmobiliario, advierte que no quiere sonar atrevida, pero asegura que la única opción para no terminar en la calle, sería que el Estado asuma los pagos de las rentas atrasadas que ella y miles de inquilinos en los cinco condados tienen con sus caseros.

Sufren acoso del casero

Tal y como están las finanzas actuales en su casa, con su marido carpintero también desempleado, sus hijos en la escuela y la familia viviendo de comida que reclaman en despensas y organizaciones como Make the Road e iglesias, no podrían cumplir con eventuales arreglos de pago. Ellos deben por ahora 8 meses de renta, con montos de $1,200 cada uno.

“Nosotros recibimos llamadas constantes del casero preguntando que cuándo vamos a pagar la renta, ahora empezaron a mandar cartas y la verdad es que desgraciadamente no vamos a poder pagar nada, porque nuestros ahorros ya se acabaron. Y terminando la moratoria en enero ya van a poder desalojarnos, por lo que nuestra única esperanza es que el Estado nos ayude”, es el clamor de la angustiada madre.

Y ante el desolador panorama que significaría no adoptar nuevas medidas que ganranticen freno a los desalojos a partir de enero, organizaciones comunitarias, líderes y activistas, están elevando sus voces para exigir acciones a los legisladores en Albany y a la Administración Cuomo.

La respuesta de la Administración Cuomo es que con la aprobación de la “Ley de Puerto Seguro para Inquilinos”, que Albany firmó en junio pasado, las familias que no han podido pagar sus rentas a causa de pérdidas de ingresos por la pandemia, están protegidos.

La crítica de activistas es que a pesar de que esa ley evita que los tribunales desalojen a los inquilinos con afugias financieras presentadas después del 7 de marzo, no prohíben a los caseros presentar casos de desalojo en las cortes. Asimismo, hace que para familias que dependen de trabajos informales, que no reciben seguro de desempleo ni cuentan con documentación que respalde que la causa de no pagar renta ha sido la pérdida de sus empleos, demostrarlo sea imposible.

Esa ley no nos protege a todos, y uno sin entender como funciona el sistema de cortes aquí, tendría que conseguir un abogado y no hay tantos gratis para ayudarnos, entonces sin saber de leyes es como mandarnos a perder los casos y también las casas”, asegura José Morales, repartidor de comida, quien no tiene papeles para mostrar que el atraso en sus alquileres ha sido a causa de la pandemia, y quien teme ser lanzado a la calle.

Sobre las dificultades de que las protecciones de ley estatales beneficien completamente a todos los inquilinos afectados, entre ellos las familias indocumentadas, contrario a lo que claman activistas y arrendatarios sin papeles, Jack Sterne, portavoz de la Gobernación Cuomo, aseguró que también los cobija a ellos.

“La Ley de Puerto Seguro para Inquilinos protege a cualquier persona que enfrenta dificultades relacionadas con la pandemia del desalojo por falta de pago del alquiler, independientemente de su estado migratorio”, dijo el funcionario de la Administración Cuomo. “Alentamos a los tribunales a tener en cuenta una amplia gama de situaciones y brindar alivio para que todos los neoyorquinos que se han visto afectados por esta emergencia de salud pública puedan permanecer en sus hogares “.

El funcionario explicó que dicha ley permite deliberadamente a los jueces considerar muchos factores al determinar si alguien tiene dificultades financieras relacionadas con la pandemia.

Entre esos aspectos a considerar están los ingresos del inquilino u ocupante legal antes del período cubierto por la crisis del COVID-19, los ingresos del inquilino, los activos líquidos del inquilino y su elegibilidad para recibir asistencia en efectivo, programas de asistencia nutricional suplementaria, ingreso de seguridad suplementario, el programa de discapacidad del estado de Nueva York, el programa de asistencia de energía para el hogar o el seguro de desempleo o los beneficios según la ley estatal o federal.

La esperanza, además del llamado a que el gobierno estatal perdone las rentas atrasadas, es en enero, cuando regrese a sesiones, la Legislatura apruebe otras piezas de ley que están sobre la mesa. Una de ellas es la Ley de Prevención de Desplazamiento y Estabilidad de Vivienda de Emergencia, una iniciativa estatal que frenaría todos los procesos de desalojo hasta que se decrete por lo menos el fin de la pandemia.

“Los neoyorquinos se encaminan a toda velocidad hacia una catástrofe con una crisis de personas sin hogar ya que el alquiler está vencido y los desalojos se avecinan”, dijo Jawanza James Williams, director de la organización VOCAL-NY, mencionando que para tener más recursos usados para las familias más vulnerables, urge que se apruebe la ley de impuesto a los multimillonarios. “Esto nos recuerda que necesitamos que el Estado de Nueva York cobre impuestos a los ricos para que podamos cuidar de las comunidades vulnerables, y cualquier cosa que no sea eso, es inaceptable”.

Anu Joshi, vicepresidente de políticas de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC), recordó a Albany que las familias más desprotegidas que están en riesgo de quedar en la calle, tras el vencimiento de la moratoria de desalojos, han sido también las que más han ayudado a sacar adelante a la ciudad en medio de la pandemia, sin recibir incentivos ni ayudas financieras, por lo que deben ser ya tenidas en cuenta. Además de exigir acciones al Gobierno estatal, pidió que Washington meta la mano por ellos.

“A medida que bajan las temperaturas y un segundo aumento del COVID-19 golpea a Nueva York, millones de familias inmigrantes corren el riesgo de perder sus hogares”, dijo la ctivista. “Estos son los mismos neoyorquinos que nos han mantenido al resto de nosotros alimentados, sanos y seguros mientras se nos excluyó de todo alivio federal. El Congreso debe proporcionar inmediatamente controles de estímulo a estos neoyorquinos que trabajan y nuestros líderes estatales y municipales deben extender la moratoria de desalojos. La salud y el bienestar colectivos de todos los neoyorquinos exigen acción ahora”.

100 mil inquilinos se estima la cifra de arrendatarios que no han podido pagar sus rentas en NY.

Proponen una moratoria total

El senador estatal Michael Gianaris, se mostró del lado de los inquilinos y pidió a Albany que avance en medidas más allá de moratorias temporales, que puedan darle un respiro a familias de bajos recursos, evitando que pasen a engrosar la cifra de desamparados que algunos estiman ya en 100,000 personas.

“Nueva York no ha hecho lo suficiente para proteger a los inquilinos del desalojo durante este momento difícil. Debemos establecer una moratoria total sobre los desalojos para que nadie sea expulsado de sus hogares durante la pandemia”, dijo el legislador.

Por parte de la Asamblea, aseguran que siguen luchando para poder lograr que las familias afectadas por la pandemia no pierdan sus hogares.

“El presidente de la Asamblea y la mayoría demócrata de la Asamblea están trabajando incansablemente para garantizar que las personas puedan permanecer en sus hogares. Según las conversaciones, la Asamblea y el Senado están en el mismo lugar sobre cómo manejar los desalojos”, mencionó Michael Whyland, director de comunicaciones de presidente de la Asamblea, Carl Heastie.

El presidente del Concejo Municipal de Nueva York, Corey Johnson, se sumó al llamado para que se den mayores protecciones que quiten de la cuerda floja a los inquilinos que no han podido pagar sus rentas, y destacó que se requieren soluciones duraderas y no pañitos de agua tibia.

“Antes de que llegara el COVID-19, ya estábamos enfrentando una crisis de vivienda. Debemos detener los desalojos y mantener a los neoyorquinos en sus hogares y en sus vecindarios. Esta crisis está lejos de terminar, por lo que los inquilinos necesitan protección a largo plazo y alivio de inmediato”, mencionó el político.

Para María Nájera el 2020 fue un año muy difícil y ahora la aterra el vencimiento de la moratoria de desalojos por no haber podido pagar la renta

Datos a tener en cuenta

  • 100 mil inquilinos se estima la cifra de arrendatarios que no han podido pagar sus rentas en NY
  • Si un inquilino recibe una carta de desalojo después del 3 de noviembre, tendrá que responder hasta 10 días después de la fecha de notificación
  • Si se recibe antes del 3 de noviembre tiene hasta antes del 2 de enero de 2021 para contestar
  • Si tiene dudas sobre como actuar si su casero quiere desalojarlo por no pagar su renta, puede llamar al 311 y solicitar la línea de ayuda para inquilinos o comunicarse con alguna organización comunitaria cercana
  • 15,000 inquilinos aproximadamente no respondieran a las peticiones hasta el mes pasado
  • Para contestar a las cartas enviadas por la corte puede contestarla llamando a los tribunales de cada condado a los siguientes números:
  • Manhattan: 646-386-5505
  • Bronx: 718-466-3000
  • Brooklyn: 347-404-9201
  • Queens: 718-262-7300
  • Staten Island: 718-676-8455