21 de noviembre de 2024

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Alcaldía de Quito pide no caer en «guerra psicológica»

Quito.- La Alcaldía de Quito, la capital de Ecuador, pidió este jueves a la ciudadanía no caer en lo que podría configurarse como una «guerra psicológica» al hacerse eco de alertas de supuestos atentados y bombas.

El alcalde, Pabel Muñoz, indicó que en los últimos días se han reportado 53 incidentes en Quito, de los cuales 18 fueron reales, indicó el Municipio en un comunicado.

«A esto se suman llamadas para alertar de atentados y bombas, dentro de lo que se configura como guerra psicológica-«, remarcó Muñoz.

Así, pidió a la ciudadanía que «no se haga eco de ese comportamiento y no se comparta información de redes sociales, que no haya sido confirmada o publicada por canales oficiales de las instituciones pertinentes».

El alcalde pidió combatir las noticias falsas, que generan alarma en la población.

Muñoz aseveró que mantiene una coordinación fluida con la Policía Nacional, con quienes se desarrollan varias acciones, así como con las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, señaló que con la institución militar se ajustará mejor el trabajo, pues por su naturaleza tienen otras misiones y estrategias.

El miércoles, artefactos explosivos estallaron en dos puentes peatonales de Quito y desconocidos incendiaron un vehículo cerca de una gasolinera en una de las principales avenidas de la ciudad.

Este jueves, equipos antiexplosivos de la Policía realizaron un operativo en una de las principales estaciones de transporte municipal, en la zona del centro histórico de Quito, ante la alerta del abandono en el sitio de una mochila, la cual finalmente se comprobó que estaba vacía.

La tensión se mantiene en Ecuador tras una serie de motines en cárceles y el estallido de coches, el secuestro de policías, la retención de funcionarios penitenciarios en distintas cárceles, e incluso la incursión armada en un canal de televisión el pasado martes, que terminó con 13 detenidos.

Estos hechos, atribuidos a bandas criminales y que han dejado unos ocho muertos, se suscitan cuando el Gobierno del presidente Daniel Noboa se disponía a poner en marcha su plan para recuperar el control de las cárceles ecuatorianas, muchas de ellas dominadas internamente por grupos de delincuencia organizada.