Al menos diez manifestantes contra la junta militar golpista de Birmania han muerto este domingo en cargas policiales contra varias concentraciones en las ciudades de Rangún y Dawei, según han informado asistentes a la protesta al diario ‘The Irrawaddy’.
Los fallecidos de Rangún son dos jóvenes y un maestro, mientras que no se dispone de más información sobre los muertos en la protesta de Dawei, en el sur del país.
A ellos hay que sumar al menos seis heridos, dos en estado crítico, registrados en otra protesta en la ciudad de Mandalay, según fuentes del diario ‘Frontier Myanmar’.
Según las mismas fuentes, las fuerzas de seguridad emplearon munición real para dispersar a la multitud. Asimismo, también indican que hay varios heridos en protestas ocurridas en Lashio y Taunggyi, en el norte.
De confirmarse estas víctimas mortales, se sumarían a las ocho de las que ha informado hasta hoy por la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP), en balances difíciles de contrastar por la ausencia de medios en las zonas de las protestas y el apagón informativo reinante en Birmania tras el golpe de principios de mes.
El portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, se mostró este jueves «profundamente» preocupado por el número «cada vez mayor» de personas que están detenidas en Birmania tras las recientes protestas contra el golpe de Estado, que ya serían más de 900.
Dujarric ha informado que el equipo de la ONU en el país ha cifrado en al menos 150 ciudadanos arrestados en las protestas de la capital, Naipidó, el 22 de febrero. «Y eso solo en Naipidó», ha remarcado Dujarric.
