El presidente de Rusia, Vladímir Putin, agradeció públicamente a Corea del Norte y a su líder, Kim Jong-un, por la ayuda prestada para expulsar a las tropas ucranianas de la región rusa de Kursk, cuya liberación Moscú proclamó este sábado, según informó el Kremlin.
En un comunicado, Putin rindió homenaje al “heroísmo, alto nivel de entrenamiento y dedicación” de los soldados norcoreanos, quienes, dijo, “defendieron nuestra Patria como si fuera suya”. También aseguró que el pueblo ruso “jamás olvidará su hazaña” y que “siempre honrarán a los héroes coreanos que dieron su vida por Rusia y por nuestra libertad común”.
El Kremlin confirmó además que, tras reconocer la participación de las tropas norcoreanas en la operación de Kursk, Rusia prestará asistencia militar a Pyongyang en caso de necesidad.
Durante la entrega del parte oficial, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Valeri Guerásimov, informó a Putin que “hoy ha sido liberada la última localidad de la región de Kursk, la aldea de Gornal“, finalizando así la operación para expulsar a las fuerzas ucranianas, que se encontraban en esa región desde agosto de 2024.
Guerásimov destacó también el papel de los militares norcoreanos, quienes, bajo el Tratado de Asociación Estratégica Integral firmado entre ambos países en 2024, brindaron “una asistencia significativa” para derrotar a las tropas de Ucrania.
Por su parte, Corea del Norte confirmó oficialmente este lunes que desplegó tropas en Rusia para apoyar su ofensiva contra Ucrania, cumpliendo con las órdenes directas del líder Kim Jong-un. La agencia estatal norcoreana KCNA indicó que los soldados participaron en la recuperación de Kursk, acusando a Ucrania de “invadir territorio ruso” con el apoyo de “fuerzas imperialistas occidentales”, y calificando su intervención como clave en la “aniquilación de fuerzas neonazis”.
Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, negó esta versión en su discurso a la nación, asegurando que las fuerzas ucranianas mantienen posiciones en la región de Kursk y no han sido expulsadas por completo, desmintiendo las afirmaciones del Estado Mayor ruso.
