La buena noticia es que hay discusiones sobre un nuevo plan de ayuda económica para enfrentar la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, pero la mala es que no incluiría los $1,200 dólares directo a cada estadounidense.
Otra buena noticia es que los planes contemplan un bono al seguro de desempleo, al menos de $300 dólares.
Algunos reportes indican que la decisión debe realizarse antes del 12 de diciembre, ya que la Cámara de Representantes saldría de descanso y volvería en enero.
Sin embargo, el Senado podría extender sesiones hasta el 18 de diciembre, pero la mayoría de los economistas creen las negociaciones podrían, como ha ocurrido en los últimos cinco meses, estancarse de nuevo.
Las dos nuevas propuestas de estímulo que se analiza son de un grupo bipartidista de legisladores que contempla $900,000 millones de dólares y un plan de $500,000 millones de dólares que impulsa el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (Kentucky).
Analistas de Wall Street dicen que hay una mayor probabilidad de un acuerdo este mes, según datos de Heights Securities, que fijas las posibilidades en el 75%, frente al 50% antes de la ronda previa de conversaciones.
El plan bipartidista aumenta el respaldo, incluso del presidente electo Joe Biden, pero sería una decepción para quienes esperan dinero directo en sus cuentas o recibir un cheque.
El senador demócrata Joe Manchin (West Virginia) dijo que el plan destinaría $288,000 millones de dólares para actualizar el Programa de Protección de Cheques de Pago para pequeñas empresas, así como $180,000 millones de dólares en ayuda por desempleo.
Los programas de ayuda al plan de desempleo vence el 26 de diciembre y miembros de ambos partidos en el Congreso consideran una prioridad abonar fondos.
Aunque la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (California) y el líder de los demócratas en el Senado, Charles Schumer (Nueva York), apoyan integrar ayuda directa a las familias en el nuevo plan bipartidista, eso sería complicado, pues el proyecto original no contempla el envío directo de $1,200 dólares.
Expertos señalan que el problema se concentra en las negociaciones en el Congreso y la Casa Blanca, porque la distribución de los recursos por aprte de la Oficina de Recaudación de Impuestos (IRS) tiene la infraestructura lista para enviar los recursos prácticamente de inmediato.