En medio de un profundo dolor, la familia del segundo teniente de la Policía Nacional, Ramón Antonio Cabrera Ferrer, de 36 años, clama justicia tras su trágico asesinato ocurrido en el sector María Auxiliadora.
Según el relato de su madre, Minerva Ferrer Guzmán, el oficial fue emboscado por desconocidos mientras iba a recoger a su hijo a la escuela.
“No lo dejaron ni desmontarse, y le entraron a tiros”, expresó con la voz quebrada Minerva, describiendo los últimos momentos de vida de su hijo.
Cabrera Ferrer, además de servir a la sociedad como policía, era un hombre conocido por su fe cristiana, su dedicación al trabajo y su honestidad.
“Era un muchacho sano que no se metía con nadie, salía a predicar la palabra. Y mira cómo esos delincuentes le quitaron la vida”, agregó Juana Milagros Guzmán, tía del hoy occiso.
La familia se encuentra devastada por el crimen, pero no pierde la esperanza de que las autoridades hagan justicia.
Ana Guzmán, abuela de Cabrera Ferrer, pidió con firmeza: “Que busquen a ese matador por donde quiera que se encuentre, eso es lo que yo quiero”.
Por su parte, la Policía Nacional informó que se ha iniciado una investigación para identificar y capturar a los responsables de este atroz crimen que ha consternado a la comunidad.
Mientras tanto, los seres queridos de Ramón Antonio Cabrera Ferrer recuerdan a un hombre íntegro y dedicado, cuya vida fue arrebatada injustamente, y mantienen su llamado urgente a que se esclarezca este caso y los culpables enfrenten las consecuencias.