Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) interceptaron 24 cohetes lanzados por el grupo terrorista Hezbollah hacia el norte del país, sin que se registraran impactos directos.
De acuerdo con el Ejército israelí, los proyectiles fueron derribados por las defensas aéreas, aunque fragmentos de metralla cayeron en el Valle de Jezreel, provocando daños en un establo y heridas leves a un hombre.
El ataque se desarrolló en tres oleadas: la primera, alrededor de la 1:00, con el lanzamiento de siete cohetes; la segunda, poco antes de las 5:00, con 12 cohetes; y la tercera, minutos después, con cinco proyectiles adicionales.
Hezbollah afirmó haber atacado la base aérea de Ramat David con “decenas de cohetes”, aunque ninguno alcanzó su objetivo.
Las FDI señalaron que los intensos bombardeos aéreos realizados en Líbano la tarde de este sábado y durante la noche probablemente frustraron la mayoría de los lanzamientos que Hezbollah había planeado.
Según el ejército, las operaciones destruyeron cientos de lanzadores de cohetes dirigidos hacia el norte de Israel.
Más tarde, las Fuerzas de Defensa informaron que más de 100 proyectiles fueron lanzados desde Líbano la madrugada de este domingo, provocando incendios debido a la caída de municiones.
“Aproximadamente 85 proyectiles fueron identificados cruzando desde Líbano hacia territorio israelí” a partir de las 6:00, mientras que, en un ataque previo, poco antes de las 5:00, “se identificaron unos 20 proyectiles cruzando”.
Desde la principal ciudad norteña de Haifa, la tercera más grande del país, pasando por Galilea y algunas comunidades de los Altos del Golán ocupados, quedaron prohibidas las congregaciones de más de 30 personas al aire libre y de 300 en sitios cerrados. Además, cualquier actividad educativa debe disponer de búnkeres cercanos.
Entretanto, el grupo terrorista Hezbollah, respaldado por el régimen de Irán, declaró este domingo que los ataques con cohetes fueron en respuesta a explosiones ocurridas esta semana que afectaron sus dispositivos de comunicaciones, como “bepeers” y walkie-talkies, y que dejaron “decenas de muertos” y casi 3.000 heridos.
En su comunicado, los terroristas afirmaron haber bombardeado con “decenas” de cohetes las instalaciones de producción militar de Rafael, en el norte de Israel, como parte de una “respuesta inicial” a las explosiones, las cuales atribuyen a Israel.
Pese al incremento del fuego cruzado, nada parece indicar que, de momento, Hezbollah esté dispuesto a iniciar una guerra total con Israel, pese a prometer hace unos días que daría una respuesta “específica” a la explosión simultánea y masiva de miles de buscapersonas en manos de sus miembros.
“La cadena de mando militar de Hezbollah ha sido desmantelada casi por completo”, dijo el Ejercito en un comunicado, mostrando los rostros de media docena de altos cargos caídos en los once meses de enfrentamientos contra la milicia afiliada a Irán.
“Continuaremos operando contra cualquier organización terrorista que represente una amenaza para nuestros civiles en todos los frentes”, añadió el texto.
El retorno de los israelíes evacuados de las poblaciones del norte es recientemente uno de los objetivos oficiales de la guerra en Gaza, al igual que derrotar a Hamás o el regreso de los 97 rehenes que siguen cautivos en la Franja, entre otros.