Porto Alegre (Brasil), (EFE).- La tragedia que se vive en el sur de Brasil puede empeorar en las próximas horas debido a la crecida de los ríos por los temporales de este domingo, donde las inundaciones por las fuertes lluvias que azotan la región desde hace dos semanas ya han dejado 144 muertos y 125 desaparecidos.
El clima ha dificultado las labores de rescate y las acciones se han concentrado en la distribución de ayuda humanitaria a los 620,000 desplazados, de los cuales 82,200 están en albergues provisionales.
En total son 2,1 millones de personas damnificadas por la falta de vivienda, alimentos, agua, energía y servicios médicos.
En Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, se vive el panorama más dramático de la región, pues las inundaciones ya dejan 143 muertos y 806 heridos.
Entre tanto, en el vecino estado de Santa Catarina, afectado en menor grado por la catástrofe, se ha notificado un óbito, pero las cifras pueden cambiar en las próximas horas por los temporales, que no dan tregua desde el amanecer en seis municipios fronterizos con Rio Grande do Sul.
Alertas emitidas
Las alertas emitidas este domingo por el Centro Nacional de Vigilancia y Alerta de Desastres (Cemaden) permanecen activas, especialmente en el Vale de Taquarí, una de las regiones más afectadas, y en Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul, cuyo centro histórico permanece inundado y puede empeorar si el río Guaíba sobrepasa de nuevo los cinco metros.
Según la entidad, el Guaíba recibirá entre el domingo y el lunes toda el agua que se mueve por las cuencas de los ríos Jacuí, Taquari-Antas, Caí, Sinos y Gravataí, todos crecidos.
Las alarmas también continúan reforzándose para el municipio de Uruguaiana, en la frontera con Argentina, donde las aguas del Río Uruguay ya sobrepasaron los niveles críticos y continúan creciendo.