Una nueva demanda por acoso sexual contra uno de los asesores más cercanos del alcalde Eric Adams alega una cultura de misoginia y acoso sexual dentro de la policía de Nueva York, un departamento que ha enfrentado numerosos informes de sexismo y discriminación de género contra las mujeres.
Roxanne Ludemann, una sargento ahora jubilada que trabajó en una unidad especial de la alcaldía que monitoreaba las agencias de la ciudad, acusó a Timothy Pearson de hacer repetidas insinuaciones sexuales y bloquear su ascenso después de que ella lo rechazó. La demanda civil fue reportada por primera vez el jueves por el Daily News y entra en gran detalle, no sólo en torno a las experiencias de Ludemann, sino que potencialmente corrobora las experiencias de otras mujeres en el departamento.
La denuncia de 55 páginas describe a Pearson como un conocido acosador sexual, que frotaba regularmente los hombros y brazos de mujeres en una unidad especial de la policía de Nueva York y hacía gestos lascivos que incluían lamerse los labios y abrir las piernas “de una manera abiertamente sexual”.
La demanda nombra a otras dos mujeres a quienes Pearson también supuestamente acosó sexualmente.
El comportamiento de Pearson, que incluía una oferta para ayudar a Ludemann a avanzar en su carrera a cambio de una relación sexual, fueron tácticas «comunes» utilizadas para acosar a las mujeres dentro de la policía de Nueva York, donde luchar contra el abuso era inútil, según la demanda.
Pearson no respondió a una solicitud de comentarios. Tanto la policía de Nueva York como la oficina del alcalde se negaron a comentar sobre las acusaciones específicas, así como sobre la cultura del departamento.
«Revisaremos la demanda y responderemos en los tribunales», dijo Kayla Mamelak, portavoz de Adams.
La demanda se hace eco de historias de otras mujeres en industrias dominadas por hombres, incluidas la tecnología y Wall Street. Arroja luz sobre un departamento a menudo opaco que ha recibido numerosas denuncias de conducta sexual inapropiada y donde las mujeres policías representan sólo alrededor del 20% de los 34.000 miembros de la fuerza.
Las acusaciones se producen menos de un año después de que Keechant Sewell, la primera mujer comisionada de policía de la ciudad, renunciara abruptamente en medio de informes de que el alcalde y miembros de su círculo íntimo la estaban menoscabando.
La denuncia describe un lugar de trabajo plagado de minas terrestres para las mujeres.
Ludemann en un momento insistió en que un supervisor no presentara una denuncia en su nombre, diciéndole que era un “suicidio profesional”, según los documentos judiciales.
La demanda también afirma que Pearson quería que Ludemann fuera su conductor personal, supuestamente otra táctica de acoso ampliamente utilizada.
