Caracas.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este martes que los migrantes de este país «tienen que regresar» a su tierra, que «los espera» y «los necesita», y aseguró que «ya casi» tiene listo un programa social enfocado en la protección integral de los ciudadanos que salieron de la nación caribeña.
«Tienen que regresar, la patria los espera, la patria los necesita, a nuestros hermanos y hermanas migrantes en el mundo», dijo el jefe de Estado en un acto transmitido por el canal estatal VTV.
El mandatario aseguró que ha trabajado en una «misión especial» que tiene el objetivo de proteger y auxiliar, «plena e integralmente», a los venezolanos en el exterior, sin explicar de qué manera su Gobierno se plantea brindar apoyo a los migrantes ni qué tipo de respaldo planea ofrecer.
«Ya casi la tengo lista para apoyarlos integralmente, desde la familia en Venezuela hasta donde estén ellos, en un Plan Vuelta a la Patria», señaló Maduro, en referencia al programa gubernamental puesto en marcha en 2018 para facilitar el retorno de migrantes al país petrolero.
Minutos después, el anuncio levantó críticas en X, entre ellas las de Tomás Guanipa, exdiputado y miembro de la delegación opositora en las negociaciones con el chavismo, quien aseguró que la «única ayuda que quieren los venezolanos en el exterior es que se puedan inscribir en el registro electoral» para poder votar en las presidenciales de este año -aún sin fecha definida- y «volver a una Venezuela libre».
Según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V), unos 7,72 millones de venezolanos salieron de su país en los últimos años, una cifra rechazada por el oficialismo, que calcula la migración en unos 2 millones, de los cuales han retornado al país «casi un millón», según dijo Maduro en octubre pasado.
El jefe de Estado aseguró este lunes que los migrantes regresarán a su tierra «a más tardar en un año» si Estados Unidos levanta «todas las sanciones» contra la nación sudamericana.
Además, denunció el «recrudecimiento» de una campaña para «demonizar al pueblo migrante venezolano» que salió de su país ante la «situación muy difícil a nivel económico» que vivió por «culpa de las sanciones».
