El avión de Emtrasur Cargo, una aerolínea venezolana, que estuvo envuelto en un escándalo por presuntas actividades ilícitas y vínculos terroristas, finalmente llegó a Florida este lunes, marcando el cierre de una saga internacional que ha captado la atención durante meses.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó la exitosa devolución de la aeronave en un comunicado, anunciando así el fin de un proceso que involucró a varios países, desde Argentina hasta Irán, pasando por Venezuela y Estados Unidos.
El avión, originalmente propiedad de la empresa iraní Mahan Air y luego transferido a Emtrasur Cargo, filial de la estatal venezolana Conviasa, fue retenido en Argentina después de que una tripulación compuesta por ciudadanos venezolanos e iraníes fuera sospechosa de actividades de espionaje.
Después de una orden del Tribunal del Distrito de Columbia, el gobierno argentino entregó la aeronave a Estados Unidos el 11 de febrero, cumpliendo así con el proceso legal. El Boeing 747 finalmente llegó al Distrito Sur de Florida tras partir del Aeropuerto Internacional de Buenos Aires.
El avión estuvo en el centro de la controversia debido a presuntos vínculos con actividades terroristas, lo que resultó en sanciones tanto para Mahan Air como para Emtrasur Cargo por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
A pesar de las protestas del gobierno de Maduro exigiendo la devolución inmediata de la aeronave, las autoridades estadounidenses procedieron con la transferencia de custodia, argumentando que el avión violaba las leyes de control de exportaciones al estar asociado con la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
El gobierno venezolano ha prometido una «respuesta contundente» ante lo que consideran un «ataque» y un «robo descarado» por parte de Washington y Buenos Aires, utilizando todos los recursos disponibles dentro del marco constitucional, diplomático y del derecho internacional para abordar esta situación.