El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, insinuó que las autoridades del estado podrían disparar contra los migrantes indocumentados que crucen las fronteras hacia Estados Unidos desde México, pero no lo hacen porque el gobierno estadounidense Joe Biden las acusaría de asesinato.
“Estamos implementando todas las herramientas y estrategias que podemos (para frenar la entrada de migrantes). Lo único que no estamos haciendo es disparar a las personas que cruzan la frontera porque, por supuesto, la Administración Biden nos acusaría de asesinato”, dijo el funcionario en una entrevista con Dana Loesch, portavoz de la Asociación Nacional del Rifle, el pasado 5 de enero.
Las declaraciones han tenido una amplia difusión desde el jueves y eso provocó reacciones de rechazo, principalmente del gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador que, a través de su Secretaría de Relaciones Exteriores (Cancillería), expresó su preocupación ante la posibilidad de que el gobernador inste con sus declaraciones a actos violentos y a la deshumanización de la población migrante.
Las autoridades mexicanas pidieron que sean respetados los derechos humanos y denunciaron “todo tipo de insinuaciones agresivas” contra la vida de una persona.
“Irresponsable y peligrosamente incendiaria”
La Coalición Nacional de Medios Hispanos, una organización sin fines de lucro que trabaja para garantizar que la comunidad latina sea representada de manera justa y positiva en los medios de comunicación, condenó la declaración del gobernador texano Greg Abbott y la calificó de “irresponsable y peligrosamente incendiaria”.
“Representa una postura política primitiva que puede incitar a la violencia y perpetuar y clima de miedo y otro. Las palabras del gobernador Greg Abbott sirven como una luz verde para la violencia contra una población vulnerable y avivan las llamas de la hostilidad hacia los inmigrantes”, manifestó en un comunicado Brenda Castillo, presidenta y directora ejecutiva de la coalición.
Enfatizó que se opone firmemente a cualquier forma de de discurso de odio que deshumanice a individuos o grupos en función de su estatus migratorio u origen étnico.
La organización, por las palabras del gobernador, dijo estar “profundamente perturbada y preocupada” por las posibles consecuencias que puedan tener. Por ello, instó al republicano y a todos los funcionarios públicos a “considerar el peso de sus palabras” y el impacto que tienen en la sociedad y en el bienestar de todas las comunicados.
“Nuestra nación necesita sanación y diálogo constructivo, no retórica divisoria y peligrosa”, expresó. “La NHMC sigue comprometida con la defensa de la dignidad y los derechos de todas las personas y continuará alzando su voz contra cualquier forma de discurso de odio y discriminación”, añadió.
El gobernador de Texas informó el martes que ha transportado a más de 100,000 inmigrantes a ciudades santuarios para aliviar las abarrotadas ciudades fronterizas con México, adonde diariamente llegan miles de extranjeros indocumentados que esperan cruzar hacia Estados Unidos.
Pese a las críticas que han tenido sus políticas antiinmigratoria, incluida una ley que criminaliza a los extranjeros indocumentados, el mandatario local ha dejado en claro que su estado seguirá trabajando para proteger las fronteras. Además, ha pedido al presidente Joe Biden que revierta su política de “fronteras abiertas” en Estados Unidos.
“Hasta que Biden cambie el rumbo de sus políticas de fronteras abiertas, Texas seguirá transportando migrantes a estas ciudades. No daremos marcha atrás en nuestros esfuerzos por asegurar la frontera”, manifestó el republicano.