El centenario puente de Brooklyn de Nueva York se quedó este miércoles sin los puestos de venta donde durante años los turistas han podido comprar todo tipo de recuerdos y saciar el hambre con los populares perros calientes y «pretzels» mientras recorrían la infraestructura.
La ciudad puso hoy en marcha la nueva regla que prohíbe la presencia de vendedores ambulantes en el icónico puente argumentando razones de seguridad, principalmente debido al aumento del número de personas que caminan diariamente desde Manhattan a Brooklyn o viceversa.
Según datos del Departamento de Transporte (DOT), que controla ocho puentes incluido el de Brooklyn, las 17,000 personas que cruzaban diariamente el puente en 2021 aumentaron a 34,000 en la actualidad, causando una gran congestión de público, muchas veces con niños y mascotas, que tenían poco espacio para caminar debido a los puestos de venta.
Temprano en la mañana de hoy, la policía acudió al puente y confiscó varias mesas usadas para la venta de mercancía, tal y como había notificado cinco días antes en unos volantes acerca del desalojo, que no fue del agrado de los vendedores, pero tampoco algunos visitantes y neoyorquinos.
«A partir del 3 de enero de 2024 no se permite la venta de mercancías en el puente de Brooklyn. Por favor, retiren todas sus pertenencias antes del 2 de enero a las 11:59 PM. Cualquier propiedad que se deje en el puente será retirada», advertía un volante.
Muchos vendedores -un gran número de ellos latinos- que han proliferado año tras año tienen licencia y algunos son veteranos.
A través del proceso de audiencias públicas, esos vendedores con licencia pidieron que la nueva regla se aplicara sólo a los que no cuentan con el permiso que se exige la ciudad.
El DOT envió hoy un comunicado en el que recuerda que las nuevas reglas «aclaran que no se permite la venta en la ruta peatonal y el carril para bicicletas en los puentes de la ciudad y en los accesos, mejorando la seguridad (para el público y los puentes) y aliviando el hacinamiento».
«Los neoyorquinos y las millones de personas que visitan nuestra ciudad cada año, deberían poder disfrutar del puente sin impedimentos para la seguridad y la movilidad», indicó el comisionado del DOT, Ydanis Rodríguez.
Rodríguez declaró a EFE que espera que los vendedores con licencia puedan seguir haciendo su vida y desarrollando sus negocios en los puntos habilitados en la ciudad.
El jefe de la policía de la ciudad, Edward A. Cabán, indicó que la eliminación de carritos (de venta), mesas, sillas y otros obstáculos grandes libera espacio a lo largo del estrecho paseo de madera, que ya vuelven a compartir peatones y ciclistas.