Con la gran cantidad de bombas, misiles,granadas, balas y otras armas que se han gastado en la guerra entre los palestinos encabezados por Hamas e Israel muchas personas con hambre en el mundo hubieran podido alimentarse.
A un mes de la guerra, se suman en 11,400 los muertos de ambos lados y más del 70% de la población de Gaza ha sido desplazada hacia el sur de la Franja de Gaza.
Ni la palabra sagrada del Papa Francisco ha sido respetada cuando imploró que » en nombre de Dios cese el fuego» entre las dos naciones.
«Que los ataques y las armas se detengan, por favor, y se comprenda que el terrorismo y la guerra no conducen a ninguna solución, sino solo a la muerte y al sufrimiento de tantos inocentes «, dijo el Papa recientemente.
Con la inteligencia que tienen potencias tan poderosas como Estados Unidos, en vez de la guerra que han permitido hubieran colaborado para detener a los terroristas, como hizo España en una ocasión con el famoso grupo ETA, muchos de los cuales todavía viven y guardan prisión en cárceles de Occidente.
Hay que recordar que la religión y la política están unidas en esta confrontación que ha dejado a Gaza con la mayoría de sus infraestructuras destruidas y con bebés, niños, adultos, mujeres y envejecientes muertos, desaparecidos o gravemente lesionados y del lado de Israel además de los muertos y heridos más de doscientas personas secuestradas, torturadas y amenazadas de muerte en túneles que parecen impenetrables, por parte de Israel, a pesar de la gran cantidad de soldados que ya tienen en tierra de Gaza, en especial por el norte.
Desde que el grupo Hamas tomó el control de la Franja de Gaza en el año 2007 han librado 5 guerras con Israel de las cuales, de acuerdo a expertos, esta guerra que estalló el 7 de octubre es una de las más destructivas y mortales.
Mientras, la participación esta semana del secretario norteamericano Antony Blinken ha sido tímida aunque el martes ha aumentado el tono de su intervención ordenando, prácticamente a Israel a detener el genocidio que está cometiendo con la población inocente e indefensa de Gaza.
Desde distintas oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de otras organizaciones internacionales se ha abogado por un cese al fuego o que al menos haya una pausa humanitaria, pero esta opción el gobierno israelí la ha condicionado a que primero se libere a los más de 200 rehenes secuestrados por el grupo Hamás.
Vamos a esperar que la sensatez prevalezca en la solución de este conflicto armado que ha dejado víctimas mortales y la destrucción de edificios, hospitales, escuelas y edificios comerciales y residenciales que tardarán muchos años en ser restauradas.
