El Ministerio de Exteriores israelí confirmó este miércoles a EFE que el ciudadano español Iván Illarramendi y su esposa, la chilena Loren Garcovich, murieron el pasado 7 de octubre en el ataque de Hamás contra Israel y aclaró que no fueron secuestrados por el grupo islamista palestino.
En este encuentro se ha llamado a la «construcción de esta solución», sin la cual «se puede repetir el actual ciclo de violencia», alertó el alto representante de la Unión Europea (UE).
En la reunión, los cancilleres del G7 (Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Estados Unidos y el Reino Unido, además de la UE) adoptaron una declaración conjunta donde reclaman una pausa humanitaria en la Franja de Gaza y piden a Israel respetar la ley internacional, además de condenar tanto «los ataques terroristas» de Hamás como la «violencia de colonos extremistas contra palestinos».
Borrell destacó que Gaza «está pasando por una situación humanitaria dramática que requiere una pausa en los combates, en los bombardeos, y que no se impida el acceso humanitario».
Para asegurar la estabilidad y la seguridad de israelíes y palestinos y en toda la región de Oriente Medio, «hay que construir una paz estable», dijo el jefe de la diplomacia europea en línea con la posición común adoptada por el G7.
«Creo que la comunidad internacional es culpable de una falta moral y política por no haber hecho todo lo posible para implementar la solución de los dos Estados, que se acordó hace 30 años y no se ha llevado a la práctica», dijo en este sentido Borrell.
«La solución no puede venir solo de la fuerza militar, tiene que venir también de la estrategia política. Ninguna solución militar acaba con un conflicto de esta naturaleza», destacó.
Borrell confió en que el mensaje unánime del G7 pueda servir para que Israel acceda a aplicar la pausa humanitaria que le vienen reclamando desde hace días Estados Unidos, su principal aliado, y otras voces de la comunidad internacional.
«Incluso para liberar a los rehenes, es necesaria una pausa en los bombardeos. (El primer ministro israelí) Benjamín Netanyahu ha aprobado ya pequeñas pausas intermitentes, pero hace falta mucho más», afirmó.
En este sentido, destacó que Israel «tiene derecho a defenderse», pero cumpliendo con las obligaciones «del derecho internacional humanitario» y de «minimizar las víctimas civiles».
Sobre el futuro de Palestina tras el conflicto actual, apuntó a la necesidad de buscar una solución «que no pase por quedar en manos de nuevo de un movimiento terrorista», por «la ocupación de fuerzas israelíes» ni por la anexión a territorios de ese país.
«Creo que la Autoridad Palestina tiene un papel importante que jugar allí, pero va a necesitar mucha ayuda para hacer el papel que los Acuerdos de Oslo le daban», dijo Borrell.
El riesgo de «debilitar» la posición común contra Rusia
Borrell alertó de que el deterioro de la situación humanitaria en Gaza puede socavar el frente internacional común liderado por la UE y Estados Unidos contra Moscú por su invasión de Ucrania.
«En el mundo árabe, América Latina o África, existe el sentimiento de que cuando llega el momento de discutir de Ucrania lo hacemos de una forma, y si hablamos de Palestina lo hacemos de otro, y eso está claro que debilita la situación», señaló.
«Cuando decimos que el derecho internacional humanitario tiene que respetarse, eso vale para todos y para cualquier lugar», subrayó.
El G7 también reafirmó hoy su compromiso de seguir presionando a Rusia en el escenario de conflicto prolongado, y en este contexto la UE tiene previsto adoptar próximamente un nuevo paquete de sanciones que incluirá nuevas restricciones sobre las exportaciones rusas de diamantes, explicó Borrell.
También señaló que desde la UE «están siempre dispuestos a abrir las puertas a la negociación» entre Kiev y Moscú, «pero no a la rendición», matizó.
«La paz tiene que construirse sobre unas bases sólidas, pero no queremos una paz basada sobre la rendición de Ucrania, queremos una paz justa, y eso son los ucranianos los que tienen que decidir».