Tanto el Gobierno de Estados Unidos como el asesor de seguridad nacional del presidente electo de EE.UU., Joe Biden, exigieron este domingo la liberación inmediata del opositor ruso Alexéi Navalni, detenido al llegar a Rusia en un vuelo procedente de Alemania.
“El señor Navalni debería ser liberado inmediatamente, y los responsables del inadmisible ataque contra su vida deben rendir cuentas”, escribió Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
“Los ataques del Kremlin al señor Navalni no solo son una violación de derechos humanos, sino una afrenta al pueblo ruso, que quiere que se escuchen sus voces”, añadió Sullivan.
Unas horas después, el secretario de Estado saliente de Estados Unidos, Mike Pompeo, se pronunció también sobre el caso y condenó “rotundamente la decisión de Rusia” de arrestar a Navalni, “el último en una serie de intentos de silenciarle a él y a otras figuras de la oposición”.
“Alexéi Navalni no es el problema. Exigimos su liberación inmediata e incondicional”, dijo Pompeo en un comunicado.
El titular de Exteriores, que abandonará su cargo en menos de tres días, subrayó que “los líderes políticos seguros de sí mismos no temen a las voces que compiten con ellos” ni “detienen injustamente a opositores”, y urgió al Kremlin a permitir que “todos los partidos y candidatos” que quieran competir en el proceso electoral puedan hacerlo.
Navalni fue detenido este domingo por la policía en el control de pasaportes del aeropuerto Sheremetievo de Moscú, donde aterrizó procedente de Alemania, después de recuperarse durante casi cinco meses del envenenamiento que sufrió en agosto.
El opositor ha responsabilizado directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, de su envenenamiento, que según los exámenes toxicológicos alemanes, se produjo con una sustancia usada en la producción de armas químicas y que pertenece al grupo del agente tóxico Novichok.
El mensaje al respecto de Sullivan, que en cuanto Biden jure su cargo este miércoles 20 se convertirá en el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, es una señal de la política firme hacia Moscú que planea mantener la nueva Administración estadounidense.
Aunque las relaciones entre Estados Unidos y Rusia han sido tensas durante el mandato de Donald Trump, el propio presidente saliente ha evitado criticar directamente a Putin, y no quiso condenar claramente sus acciones en el caso de Navalni.
La postura de Trump provocó que la política estadounidense hacia Rusia resultara contradictoria, y el mandatario llegó incluso a desafiar las conclusiones de las agencias de inteligencia de EE.UU. en lo relativo a la presunta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Cuando llegue al poder este miércoles, Biden tendrá que tomar a corto plazo al menos una decisión relacionada con Rusia: la posibilidad de prorrogar el tratado Nuevo Start o Start 3 para la reducción de armas nucleares, el único que queda entre ambas potencias y que expira el próximo 5 de febrero.
Durante una entrevista el pasado octubre con la cadena CBS News, Biden citó a Rusia cuando le pidieron identificar al país que más “amenaza la seguridad” de Estados Unidos, mientras que Trump mencionó a China. EFE