El Seibo- La comunidad de Santa Cruz de El Seibo expresó profundo pesar tras la confirmación de la partida física del oficial Manuel Ovidio Sosa durante la tarde del lunes.
Detalles sobre la situación de salud
Manuel Ovidio permanecía ingresado en el Hospital de la Policía Nacional, donde enfrentaba complicaciones de salud que requerían atención constante por parte del personal médico especializado.
Su estado delicado mantuvo en alerta a compañeros del Cuerpo de Bomberos, quienes seguían cada actualización, esperando una mejoría que finalmente no llegó según confirmaciones municipales.
La noticia sobre su ausencia definitiva generó sentimientos de impacto entre quienes conocían su larga trayectoria, marcada por años de servicio comunitario en diferentes situaciones locales.
Residentes del municipio recordaron el trato amable de Sosa, destacando que siempre mantenía una actitud respetuosa al colaborar en tareas propias del organismo institucional.
Reacciones de la comunidad y compañeros
La consternación fue evidente entre ciudadanos que convivieron con él en actividades cotidianas, señalando que su figura representaba compromiso genuino con el bienestar general.
Vecinos comentaron que su presencia en eventos comunitarios era constante, ofreciendo apoyo y generando cercanía con personas que valoraban su carácter sereno y colaborador.
Compañeros del cuerpo señalaron que su labor diaria se caracterizaba por entrega y responsabilidad, atributos que le ganaron el respeto de generaciones de voluntarios.
La institución reiteró su acompañamiento a los allegados y resaltó el legado profesional de Sosa dentro de la entidad, considerado referente por sus años de dedicación local.
El impacto emocional alcanzó a amigos cercanos, quienes recordaron experiencias vividas durante jornadas de trabajo comunitario realizadas en diferentes sectores del municipio.
Múltiples personas mencionaron su entusiasmo permanente para apoyar gestiones vecinales, incluso en momentos de alta demanda donde su presencia generaba tranquilidad generalizada.
La ausencia de Sosa deja un vacío notable entre quienes compartieron labores institucionales con él, especialmente en actividades que exigían coordinación precisa dentro del cuerpo.
