La portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, reaccionó este domingo a la noticia del hallazgo en una parada de autobús en Kent (Inglaterra) de documentos del Ministerio británico de Defensa sobre su destructor HMS Defender, que este miércoles violó la frontera rusa en el mar Negro, afirmando que «Londres ha demostrado otra provocación y un montón de mentiras para encubrirla».
«Los agentes 007 ya no son lo que eran. Y ahora una pregunta misteriosa para el Parlamento británico: ¿Para qué necesitamos ‘hackers rusos’ habiendo paradas de autobús británicas?», se preguntó con ironía la diplomática en su cuenta de Telegram.
La misión del destructor HMS Defender, apodada ‘Op Ditroite’, fue objeto de discusiones de alto nivel hasta el lunes, según muestran los documentos hallados, que parecen reflejar las especulaciones de funcionarios británicos sobre la reacción de Rusia si barco navegaba cerca de Crimea.
En particular, los documentos afirman que Reino Unido decidió enviar a su buque de guerra cerca de las costas de Crimea con el objetivo de demostrar su apoyo a Kiev y mostrar que Londres no tiene miedo a navegar por aguas que considera ucranianas.
Dos opciones
En la presentación que menciona la BBC, Reino Unido contempló dos opciones para el paso del destructor de Odessa (Ucrania) a Batumi (Georgia). La primera fue descrita como «segura y profesional», incluido el «esquema de separación de tráfico» cerca de la costa de Crimea. Al mismo tiempo, el Ejército británico analizó varias opciones de respuesta de la Flota y la Fuerza Aérea rusas, desde «seguras y profesionales» hasta «inseguras y poco profesionales».
Esta ruta, como se señaló en la presentación, «brindará la oportunidad de interactuar con el Gobierno de Ucrania […] en las aguas territoriales reconocidas por el Reino Unido como de Ucrania».
La segunda versión analizada sugería que el destructor pasaría lejos de Crimea, lo que evitaría la confrontación. Sin embargo, el Ministerio de Defensa temía que Moscú pudiera considerarlo como evidencia de que «Reino Unido teme o huye» y que reconoce la pertenencia de estas aguas a Rusia.
Tras valorar todas estas consideraciones, Reino Unido optó por la primera opción.