Ciudad Bolívar, Venezuela. – Un momento de profunda entrega espiritual terminó en conmoción general dentro de la iglesia evangélica “La Voz de Dios”, cuando el pastor Héctor Ramón Pereira dejó de vivir repentinamente mientras predicaba frente a su congregación. El suceso ocurrió durante una ceremonia cargada de emotividad, en la que el líder religioso pronunció sus últimas palabras: “¡Gloria a Dios!”, segundos antes de caer al suelo.
El hecho, captado en video y difundido rápidamente a través de distintas plataformas digitales, muestra al pastor caminando con paso lento sobre el altar. En las imágenes, se le ve en medio de una intensa prédica, repitiendo con voz firme y rostro sereno la palabra “¡gloria!”, hasta que de pronto se detuvo, cerró los ojos y cayó hacia atrás.
Feligreses presentes describieron un ambiente de desconcierto inmediato. Algunos corrieron a auxiliarlo mientras otros se arrodillaban en oración, esperando una intervención que cambiara el desenlace. A pesar de los intentos por reanimarlo, los servicios médicos confirmaron que el pastor dejó de existir de manera instantánea. De manera preliminar, se presume que la causa fue un paro cardíaco fulminante, aunque se espera el informe médico oficial que confirme el motivo exacto.
Durante años, Héctor Ramón Pereira fue considerado una figura de guía y consuelo espiritual en Ciudad Bolívar. Su labor pastoral en la iglesia “La Voz de Dios” impactó a muchas personas que lo reconocían por su entrega, su mensaje de esperanza y su disposición a servir. La comunidad evangélica de la ciudad expresó su tristeza por la pérdida del pastor, cuya vida estuvo dedicada a su fe.
El video que muestra los últimos momentos del pastor se viralizó en redes sociales como TikTok, Facebook y YouTube, provocando diversas reacciones por la intensidad del momento captado. Para muchas personas creyentes, el hecho de que sus últimas palabras fueran una exaltación espiritual ha sido interpretado como una muestra de su compromiso hasta el final.
“Se fue como vivió, sirviendo a Dios con todo su corazón”, expresó uno de los fieles presentes, visiblemente conmovido. La iglesia permanece abierta para recibir a quienes deseen rendir homenaje a su memoria, mientras sus seguidores reflexionan sobre la manera en que partió.
La ausencia de Héctor Ramón Pereira deja un vacío significativo en la congregación. Su historia, marcada por años de servicio, ahora queda registrada entre aquellos líderes religiosos que dejaron este mundo justo en el lugar donde ejercieron su misión: el altar.
