El ex mandatario participó junto a Eduardo Duhalde y el español José María Aznar en un diálogo intercultural organizado por la Fundación Libertad que también incluyó referencias a la situación en Medio Oriente
Tres ex presidentes, Eduardo Duhalde, de Argentina; José María Aznar, de España y Jorge Quiroga Ramírez, de Bolivia, debatieron esta mañana en el marco de la séptima edición del Congreso Mundial de Diálogo Intercultural e interreligioso denominado “Una senda hacia la paz”, que fue organizado por la Fundación Libertad en la sede de la UCEMA (Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina).
Los mandatarios expusieron bajo la consigna “Una mirada geopolítica de la actualidad mundial. Aznar dio una visión de la situación que se vive en Medio Oriente con la creciente tensión en la zona entre Irán e Israel, Quiroga Ramírez centró su discurso en la influencia que los regímenes de Rusia y China tienen sobre América Latina y en especial la situación de Venezuela; mientras que el ex mandatario argentino luego de la crisis de 2001 pidió trabajar en comunidad para que Argentina salga adelante, con una política basada en el orden y que no distinga colores partidarios.
Aznar -quien gobernó España durante dos períodos entre 1996 y 2004- hizo referencia a “Los acuerdos de Abraham” que inspiraron la séptima edición de este encuentro. La periodista Carolina Perín, como moderadora, había citado la firma de esos acuerdos del año 2000 entre Emiratos Árabes Unidos e Israel como los que “pueden contribuir a la paz en el mundo”.
El presidente emérito del Partido Popular español sostuvo que en esos acuerdos hay dos puntos clave: “Se debe buscar la paz en una zona como la de Oriente Medio, en base a la seguridad y la posición de Irán; es necesario retomar los acuerdos con Irán y también entre Arabia Saudita e Israel”.
“La administración de (Barack) Obama le dio a Irán un programa nuclear pero en diferido, para que lo hicieran en 15 años. Fue un error muy grave. Todos los caminos conducen hoy a Irán, a Teherán. Irán pretende 4 cosas: poder hegemónico, acabar con Israel, sacar a Estados Unidos de la zona y aliarse con Rusia y China para obtener su propósito”, explicó. Y desarrolló: “Por eso utiliza sus proxis Hezbollah, los huties en Yemen, Hamas para lograrlo. Irán es chiíta y Hamas sunita. Crear un califato en el mundo es la idea de Hamas. Pero esto une a ambos”.
“Israel sufrió un ataque brutal el 7 de octubre. Después de haber pasado por varias guerras. Este un gravísimo problema. Hamas utiliza al pueblo palestino. Israel reaccionó en Gaza pero es muy difícil hacer una operación militar que tiene que terminar. Hamas y Hezbollah definirán el destino de Oriente Medio”, describió. Por eso convocó a defender a Israel porque es “la única democracia en la zona”.
“En Siria hubo 600 mil muertos. Se habla de Gaza porque se reavivó el antisemitismo. A Irán no le interesa extender la guerra, a Estados Unidos tampoco por las elecciones, a Israel tampoco le conviene. Por eso entrará en territorio palestino y debe terminar. La operación en Gaza debe terminar bien. Si eso no termina, puede terminar con una guerra en el sur de Europa”, continuó.
Ante una pregunta, Aznar afirmó que “Rusia y China cuestionan la hegemonía occidental y el mundo vive el momento más complicado después de la Segunda Guerra Mundial”.
“Rusia le está pasando tecnología nuclear a Irán. China le está pasando drones. Rusia quiere que se le levanten las sanciones. Relación Rusia-China-Irán es conjunta. Crear un Estado palestino hoy es muy complicado. Muchos no quieren tener Estado sino que no exista Israel”, completó.
Quiroga Ramírez, quien en 2001 reemplazó como presidente de Bolivia a Hugo Banzer quien había renunciado debido a una enfermedad sostuvo puso su mirada en la región. “Lo que está pasando en Medio Oriente no da espacio para que la CNN muestre lo que pasa en Haití o en Venezuela”, aseguró a modo de disparador.
“(Hugo) Chávez en Venezuela financiaba a Bielorrusia o a Rusia. ¿Por qué lo cito? Sé quién es mi amigo y quién no. Vamos a cumplir 30 años del atentado a la AMIA, seis bolivianos murieron ahí. Por eso me dolía tanto cuando Chávez se reunía con (el ex presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad). En Bolivia se inaugura un centro de entrenamiento militar con iraníes. Hay que distinguir entre autocracia o democracia”, resaltó.
“En Venezuela se vive una dictadura atroz. La libertad solo puede traerla Corina Machado, pero está detenida. Le pedimos al mundo que dejen de apoyar a Maduro. También sufrimos que no haya apertura de Cuba. Que Estados Unidos le afloje las sanciones a Venezuela es un fracaso estrepitoso”, amplió.
“Necesitamos que en Venezuela liberen a los presos políticos y se reestablezca la democracia. Es un territorio ocupado por Cuba, Hezbollah, Hamas, las FARC, Nicaragua, Rusia y China. En esta lucha, los tiranos siguen triunfando”, cerró su alocución.
Duhalde fue el último en exponer. A los 82 años y con dificultades para caminar llegó muy temprano al auditorio de la calle San Martín 775. Debió esperar a un Aznar que arribó retrasado porque había tenido otra charla-debate en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Antes de participar del panel, se excusó de referirse del momento económico del país pero sobre la actualidad política señaló que “no se puede tener un país ordenado en tan poco tiempo”. Consultado por su visión del peronismo resultó terminante: “Lo veo despedazado”.
Cuando le tocó exponer manifestó que coincidía con los conceptos vertidos por Aznar sobre cómo se debe alcanzar la paz en Medio Oriente pero que quería hablar “de un libro que no publiqué, sobre los países de América y qué pasa cuando se pelean”.
“Dentro de poco se cumplen 50 años de mi asunción como intendente de Lomas de Zamora. No creía en un gobierno de partidos. Creo en las comunidades para gobernar. Cada familia es una comunidad, el colegio es otra. ¿Para que sirven? Se necesita el orden y el control. Un país debe estar ordenado pero poco o más importante es el control, evitar que nuestro país deje de ser carcomido por la corrupción”, explicó.
Por eso recordó que desde los primeros años decidió darle a la oposición el control de sus gestiones como jefe comunal. Y que así llegaron “mis logros en ese puesto” que le permitieron erradicar enfermedades y combatir el flagelo de la droga.
Luego pidió que se proyectara un video de cuando asumió en diciembre de 1991 como gobernador de la provincia de Buenos Aires. “Tienen que gobernar todos juntos. Sin oficialismo y oposición. La democracia debe ser comunitaria. Los argentinos necesitamos amarnos”, cerró.
Para cerrar el panel se leyó una adhesión de la vicepresidenta Victoria Villarruel quien agradeció la invitación aunque por “problemas de agenda” no pudo concurrir. También se leyó un mensaje grabado del embajador Israelí Eyal Sela, con un saludo, y la mención de la celebración del Pesaj esta semana en Israel.
En la primera mesa, bajo el lema “Pensando la transformación de Argentina 2024-2054″, con la coordinación del periodista Maximiliano Montenegro los panelistas fueron Francisco Sánchez (secretario de Culto del gobierno de Javier Milei), Edgardo Zablotsky (rector de la UCEMA) y Gustavo Marangoni, politólogo graduado de la Universidad Del Salvador y docente universitario.
En la tercera mesa de debate estuvieron bajo la consigna “Las restricciones a la libertad religiosa y la utilización de la religión como excusa: dos caras de una misma moneda”, Laura Gómez, pastora y líder de la Red Internacional Jesús Warriors y miembro del consejo directivo de ACIERA; Gustavo Libardi; Andrea Fernández Bevans, directora de Comunicación región Ciudad de Buenos Aires de la Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos Días; Miguel Werner, presidente de Universal Peace Federation Argentina; y Oluwo Leonardo Allegue, presidente y líder espiritual religioso de Agrupación Social, Cultural y Religiosa africanista y Umbandista (ASRAU). El moderador fue Ariel Gelblung, director del centro Simón Wiesenthal para América Latina.